Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Rechazando los ataques contra el comunicador y empresario mediático, Santiago Matías, el laureado psicólogo dominicano, Henry Montero Tapia afirmó que “Alofoke es faro de orientación para millones de jóvenes en la República Dominicana” y el exterior.
Montero Tapia, también especialista en salud mental y un defensor de la llamada “Generación Alofoke”, dijo que la influencia de los medios en la sociedad actual es indiscutible, y en este escenario, Santiago Matías de Alofoke Media Group se destaca como un faro de orientación para millones de jóvenes en la República Dominicana.
“En un mundo donde el flujo de información es incesante y a menudo abrumador, figuras como Matías no solo informan, sino que también forman y transforman el tejido social, especialmente entre los jóvenes”, añadió el psicólogo.
Señaló que en el dinámico escenario mediático de la República Dominicana, Santiago Matías, a través de Alofoke Media Group, emerge como una figura crucial, un equilibrador en el juego de poderes que durante años ha caracterizado al denominado cuarto poder.
“En un país donde la influencia mediática ha sido tradicionalmente dominada por una oligarquía poderosa, Matías representa un nuevo capítulo, una voz fresca y genuina para millones de jóvenes y adultos”, subraya el especialista.
“Representando una voz auténtica para aproximadamente 2 millones de adolescentes y un significativo segmento de adultos jóvenes de 20 a 45 años en la República Dominicana, Matías y su marca comunicacional Alofoke se han convertido en algo más que un medio: son un fenómeno social. Sin embargo, su notable influencia no ha venido sin desafíos. Últimamente, se ha visto sometido a ataques y controversias que parecen tener el objetivo de minar su base de seguidores y su credibilidad”, expuso Montero Tapia.
“Matías es el balance perfecto entre los apandillados en el circulo mediático que por años han dominado el cuarto poder en la Republica Dominicana. Esta conexión con una base tan amplia y diversa de audiencia no ha sido bien recibida por todos. La incursión de Matías en el territorio tradicionalmente dominado por poderes mediáticos establecidos ha generado tensiones, resultando en ataques dirigidos a desestabilizar su influencia”, explica el psicólogo.
“Estos ataques hacia Matías y su grupo mediático no son solo un ataque a una entidad o a una persona; son un asalto a la voz de una generación, una generación que ha crecido y se ha formado en una época de cambios rápidos y a menudo conflictivos. La juventud dominicana ve en Alofoke un reflejo de sus propias realidades, aspiraciones y desafíos. En un mundo donde los jóvenes a menudo se sienten incomprendidos o pasados por alto por los medios tradicionales, Alofoke emerge como un canal que no solo los comprende, sino que habla su idioma”, dijo.
Puntualizó que el enfrentamiento no es simplemente una cuestión de rivalidad mediática o competencia por audiencias, es una lucha por el derecho de los jóvenes a ser escuchados y representados.
“El poder de los medios, reconocido como el cuarto poder en nuestras democracias liberales, lleva consigo una responsabilidad inmensa: la de influir en la opinión pública, formar la conciencia social y mantener a los poderes establecidos en jaque”, indica el especialista.
“En esta era de información y desinformación, donde la verdad a menudo se pierde en el ruido, la integridad y la honestidad son más cruciales que nunca. Santiago Matías ha demostrado, a través de su trabajo con Alofoke Media Group, que es posible usar este poder de manera que no solo informe y entretenga, sino que también empodere y eduque”, enfatizó Montero Tapia.
“Es fundamental que defendamos la libertad de expresión y el derecho a recibir información diversa y plural. La lucha de Matías no es solo por la supervivencia de su marca o influencia, sino por asegurar que la voz de una parte significativa de la población dominicana no sea silenciada ni marginada”, expresó.
Sugirió que “como sociedad, debemos reflexionar sobre el papel que desempeñan los medios en nuestra percepción del mundo y en la formación de nuestro futuro. En la figura de Santiago Matías y Alofoke, vemos un espejo de nuestras propias luchas y esperanzas. Su batalla no es solo suya, es nuestra también”.