La celebración del 4 de Julio, día de la Independencia, ha vuelto a teñirse de sangre en EE UU. El tradicional desfile cívico que se celebraba en Highland Park, en el Estado de Illinois, se vio interrumpido a los diez minutos de arrancar por un tiroteo que, según la alcaldesa de la localidad, Nancy Rotering, ha causado al menos seis muertos y 24 heridos, que han requerido hospitalización. Poco antes, el gobernador de Illinois, el demócrata Jay Robert Pritzker, había informado de nueve heridos como resultado del tiroteo.
A su testimonio se suma el de otros participantes y espectadores, que dijeron haber visto varios cuerpos cubiertos de sangre en el suelo. El sonido de las detonaciones provocó una estampida y el popular ambiente festivo derivó en escenas de caos y pánico. El presidente Joe Biden ha expresado su conmoción “por esta violencia sin sentido con armas de fuego que ha vuelto a causar pesar a la ciudadanía estadounidense en este día de la Independencia”.
Las autoridades de Highland Park, una próspera localidad de 30.000 habitantes en el conurbano de Chicago, anunciaron la cancelación del desfile y pidieron a los ciudadanos que evitaran el centro, donde tuvo lugar el incidente. “Estamos ayudando a la policía de Highland Park con un tiroteo en el área de la ruta del desfile del Día de la Independencia. MANTÉNGASE FUERA DEL ÁREA: permita que las fuerzas del orden y los equipos de emergencia hagan su trabajo”, tuiteó la oficina del sheriff del condado de Lake. Varias localidades cercanas cancelaron también las celebraciones previstas. En una rueda de prensa, la policía afirmó que busca a un hombre blanco de unos 20 años que podría seguir “armado y es peligroso”, por lo que considera el incidente “aún en curso” y pide a la población que busque refugio. Fuentes de la oficina del sheriff creen que se trató de un ataque “al azar”.
“Escuchamos algo que sonaba como múltiples disparos o fuegos artificiales. Nos tiramos al suelo y luego corrimos a un estacionamiento cubierto donde estábamos aparcados. Hubo muchos gritos y pánico”, contó en su cuenta de Twitter Elissa Kaufman, nativa de la localidad y productora de la CBS en Chicago, que se había desplazado a Highland Park para presenciar el desfile junto con su familia. Otro testigo, Miles Zaremski, dijo haber escuchado lo que creyó que eran entre 20 y 25 disparos y contó a la CNN local que vio al menos a una persona cubierta de sangre en el suelo. Otro espectador, Hugo Aguilera, recogió en vídeo la llegada de una ambulancia y un coche de policía con las sirenas encendidas, según la CNN. El sonido de las detonaciones provocó una estampida de los participantes y espectadores del acto, que dejaron tras de sí decenas de sillas plegables, parasoles y cochecitos de bebé abandonados. Un escenario parecido al de una zona de guerra, según definición de un testigo a la emisora local WBBM.