En un sorprendente caso en Oklahoma, Noah Ney, un adolescente de apariencia mucho más joven que sus 16 años y con una estatura de 4 pies y 9 pulgadas, ha sido condenado como adulto a más de 50 años de prisión. Ney fue hallado culpable de 10 cargos, incluyendo intento de homicidio, posesión de armas de fuego y drogas, en relación con un tiroteo ocurrido en abril de 2022 en Tulsa.
En ese incidente, Ney abrió fuego desde una camioneta robada, hiriendo gravemente a una niña de 5 años en el cuello y el hombro mientras jugaba afuera. Afortunadamente, la pequeña sobrevivió tras ser trasladada de urgencia al hospital, aunque los fiscales destacaron que podría haber perdido la vida si la bala hubiera impactado apenas una pulgada más lejos.
El tiroteo fue parte de la iniciación de Ney en la pandilla Hoover Crips de Tulsa, según se reveló en el tribunal. Testigos declararon que Ney había causado disturbios en su vecindario, exhibiendo los colores de la pandilla, portando armas y cuchillos, y amenazando a sus vecinos.
Además de su historia delictiva, Ney logró escapar de un centro de detención juvenil en Tulsa en agosto, saltando una cerca mientras un guardia estaba distraído. Durante su fuga, se asumió que estaba armado, y finalmente fue arrestado nuevamente a punta de pistola cuatro días después.
En la audiencia de sentencia, los fiscales presentaron evidencia de la conducta problemática de Ney durante su tiempo en el centro de detención juvenil, donde agredió al personal y causó daños en su celda.
Los abogados de la defensa argumentaron que la conducta de Ney era el resultado de la negligencia de sus padres y la falta de opciones de tratamiento adecuadas.
El joven será elegible para una audiencia de revisión judicial dentro de cinco años, en la que podría solicitar una reducción de su sentencia si demuestra un cambio positivo en su comportamiento. Sin embargo, los fiscales enfatizaron que representa un peligro significativo para la sociedad.
