Bartolo García
Santiago de los Caballeros, R.D.– La Gran Arena del Cibao fue el epicentro de la emoción durante dos noches históricas en las que Raulín Rodríguez confirmó por qué sigue siendo una de las figuras más influyentes de la bachata dominicana.
Con dos funciones consecutivas sold out de su espectáculo Mi historia musical, el llamado Cacique de la Bachata mostró plena vigencia artística, respaldado por un público que cantó, aplaudió y acompañó cada tema durante más de tres horas en ambas presentaciones.
La producción artística, dirigida por Melissa Castillo y Wander Aquino de StageMW, abrió ambas noches a las 10:30 p. m. con un audiovisual que recorrió la trayectoria del artista y dio paso a los primeros acordes de “Medicina de amor”, desatando un coro masivo desde el inicio.
La escenografía, marcada por alta tecnología y pantallas gigantes, se complementó con la presencia de tres parejas de bailarines del DNI Dance Studio vestidos de rojo, mientras Raulín aparecía en escena con traje negro y una sólida banda de nueve músicos.

El repertorio tomó fuerza de inmediato con “Si yo pudiera” y “Hoy te quiero más”, poniendo al público de pie en los primeros minutos, y alcanzó uno de sus puntos más emotivos con “Esta noche”, interpretada a una sola voz entre el artista y la multitud.
Sin pausa, siguió “Cómo serás tú”, reafirmando el dominio escénico y la conexión del intérprete con una fanaticada que no dejó de corear cada letra.
La primera gran sorpresa de la noche inaugural llegó con la entrada del maestro Joe Veras, quien fue recibido con una ovación general para interpretar junto a Raulín “Qué dolor” y “El hombre de tu vida”.
Con tequila en mano, Raulín interactuó con el público y dio paso a temas como “Corazón con candado” y “Hoy que tú no estás”, seguido de “Amor de mi vida (Cariño mío)” y “Nereida”, antes de la entrada de Don Miguelo, que provocó una explosión de euforia.
El artista retomó el control del escenario con “Ay Dios” y agradeció a Santiago por el respaldo recibido durante casi 35 años de carrera, interpretando “Se me salen las lágrimas”, “La loca”, “Dame tu querer” y “Si supieras”.

La emoción volvió a elevarse con la participación de Elvis Martínez, presente en ambas funciones. En la primera noche cantó “Su novio primero” y compartió a dúo varios éxitos; en la segunda amplió el repertorio con “Tú no tienes corazón” y “Medicina de amor”.
La segunda noche sumó nuevas sorpresas con la entrada de El Prodigio, quien interpretó “La mala maña”, “Se me muere Rebeca” y “Ven”, seguido de Daniel El Galán, que encendió el público con “La Chiflera que palomo”.
El urbano Crazy Design también se integró a la celebración con “La loca”, recibiendo elogios del propio Raulín, mientras Donaty y Downs Montana aportaron diversidad sonora a una propuesta dinámica y festiva.
En la recta final, Raulín ofreció un extenso popurrí que incluyó “Porque tengo ganas”, “Me siento triste hoy”, “Culpable”, “Pobre diablo”, “Llámame” y “Que vuelva”, esta última interpretada junto a su hermana Calsilda Rodríguez, en uno de los momentos más emotivos.
El cierre incluyó una explosiva tanda de güira y tambora con el “Merengue a los amigos”, una adaptación de “Querida” de Juan Gabriel, además de “Félix Cumbé” y “La mala maña”, mientras el público se resistía a despedirse.
La primera función concluyó a la 1:30 de la madrugada y la segunda a las 2:15 a. m., con una ovación prolongada para un artista que, una vez más, dejó claro que su historia musical sigue escribiéndose en grande.

