Publicidad
Banco Popular

Los seguidores de Taylor Swift causaron tal alboroto durante un concierto de la cantante del fin de semana pasado en EE.UU. que provocaron una actividad sísmica “equivalente a un terremoto de magnitud 2,3”, según la profesora de geología en la Universidad de Washington Occidental, Jackie Caplan-Auerbach.

Altice

El ‘terremoto Swift’ se produjo los días 22 y 23 de julio durante las fechas de la gira ‘Eras’ en el estadio Lumen Field de Seattle, que el sábado registró un récord de asistencia de más de 144.000 personas.

El inusual suceso se ha comparado con el ‘terremoto Beast’ de 2011, cuando los aficionados del equipo de fútbol americano Seattle Seahawks hicieron temblar la tierra tras un impresionante ‘touchdown’ del corredor Marshawn ‘Beast Mode’ Lynch. 

El ‘terremoto Beast’ se detectó en el mismo sismómetro local que el del concierto de Swift, dijo Caplan-Auerbach a CNN. “Tomé los datos de las dos noches del concierto y enseguida me di cuenta de que eran claramente el mismo patrón de señales”, explica. “Si los superpongo, son casi idénticos”.

Más:  Ola de calor azota Nueva York y sus alrededores

Aunque la diferencia de magnitud entre ambos terremotos es solo de 0,3, la sismóloga afirma que los ‘Swifties’, como se hacen llamar los fanes de la cantante, superan a los seguidores de los Seahawks. “El temblor fue el doble de fuerte que el de Beast. Lo dobló absolutamente”.

Más:  El 49% de personas que vive con VIH en el país no recibe tratamiento antirretroviral

“La principal diferencia es la duración de los vítores”, explica la experta. “Los vítores tras un ‘touchdown’ duran un par de segundos, pero acaban apagándose […] en el caso de Taylor Swift, recogí unas 10 horas de datos en los que el ritmo controlaba el comportamiento. La música, los altavoces, el ritmo. Toda esa energía puede clavarse en el suelo y sacudirlo”, afirmó.

Share.
Avatar photo

El Jacaguero es una fuente de noticias en línea que se especializa en brindar a sus lectores las últimas novedades sobre la República Dominicana.

Comments are closed.