En los últimos tiempos se ha extendido la práctica de comercializar en las redes dispositivos transparentes para alinear los dientes. Una práctica que, según los profesionales, entraña muchos riesgos para las personas que deciden adquirirlos a través de internet sin la supervisión de un dentista.
Su uso indiscriminado, sin un diagnóstico preciso de la maloclusión del paciente y el conocimiento de su historia médica y dental, y sin la realización de un plan de tratamiento individualizado por parte del profesional, puede suponer un gran peligro. María Rioboo, profesora de periodoncia en el máster de implantología, periodoncia y cirugía de la Universidad de Alcalá de Henares, ha recordado en un espacio en directo de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) que “la ortodoncia es una disciplina sanitaria que requiere el diagnóstico, planificación y supervisión de profesionales cualificados”
La experta subraya que “un tratamiento de ortodoncia puede influir no solo en la estética y oclusión dental, sino incluso sobre funciones tan importantes como la masticación, el habla, la respiración o la deglución, sin olvidar la estética del rostro del paciente”.
Conviene recordar que estos dispositivos transparentes son productos sanitarios y, a pesar de lo que muchas personas piensan, el peso del tratamiento no recae en su fabricación, sino en las directrices marcadas por el profesional que lo indica y que responden a un correcto diagnóstico y planificación de los aspectos técnicos. Si estos no son correctos, el tratamiento no solo no resolverá los problemas, sino que puede llegar a agravarlos e incluso generar otros.
Ante el aumento en nuestro país de empresas que publicitan y comercializan estos alineadores dentales online, utilizando métodos poco ortodoxos y que repercuten en la salud bucodental de los ciudadanos, la Asociación Española de Especialistas de Ortodoncia (Aesor) ha validado, conjuntamente con la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), un protocolo de actuación para su uso.
10 puntos clave para el uso correcto de los alineadores
Estas son las pautas que establece el protocolo:
- El paciente deberá someterse a examen ortodóncico rutinario previo al tratamiento, que debe incluir un exhaustivo análisis de su historia clínica y una exploración bucal intraoral, funcional y extraoral. También se deberán realizar, entre otras pruebas de imagen, fotografías intraorales y extraorales, así como un examen radiográfico completo.
- Con las pruebas anteriores, el ortodoncista realizará un diagnóstico preciso de la maloclusión (alineación anómala de los dientes) del paciente y trazará un plan de tratamiento para corregirla.
- Con unas avanzadas tecnologías se programará de forma secuenciada la confección de una serie de férulas transparentes a medida y con ayuda de ellas los dientes se desplazarán progresivamente.
- El número total de alineadores variará en relación a la complejidad de la maloclusión y el plan de tratamiento del ortodoncista. Factores como el estado periodontal o la longitud radicular son claros condicionantes de un mayor número de alineadores para un mismo movimiento.
- Los alineadores se deberán llevar de forma continuada entre 20 y 22 horas. Se deben retirar para las comidas y al cepillarse los dientes. Las pautas de cambio de las férulas las indicará el profesional, a intervalos entre 7, 10, 15 o más días según el estado periodontal, la dificultad y el grado de movimiento, la técnica y materiales empleados, la prescripción y las fases del tratamiento.
- La colocación de las férulas se debe efectuar en el gabinete dental y debe ser el profesional el que marque las indicaciones oportunas al paciente.
- Las visitas a la consulta para el seguimiento serán en un periodo establecido entre 30 y 45 días y según las fases de tratamiento.
- El uso indiscriminado de estas férulas, sin una supervisión programada por parte del profesional cualificado, puede crear problemas dentales, oclusales y funcionales al paciente. El seguimiento del paciente no se restringe en modo alguno a la evolución del alineamiento dentario con los alineadores y debe contemplar el diagnóstico precoz mediante sondaje de nuevas caries, inflamaciones y recesiones gingivales.
- La terapia con alineadores transparentes puede presentar ciertas complicaciones y riesgos: irritaciones de los tejidos blandos (mejillas, lengua y labios…), sensibilidad, llagas, molestias puntuales en algún diente…, por lo que se requiere seguimiento presencial con especial atención a la aparición de lesiones de tipo traumático o premalignas.
- Al finalizar el proceso, como en cualquier tipo de tratamiento ortodóncico convencional, se colocarán retenedores fijos y/o removibles y son imprescindibles nuevas citas de seguimiento y control de la estabilidad del tratamiento y del estado dentario, gingival, mucoso y óseo del paciente, así como del de los propios retenedores.