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Después de 49 años de casados y en un ataque de ira, el dominicano Gerardo Balbuena de 68 años de edad, asesinó el viernes a puñaladas a su esposa Lanilda Nuez de 79 en el apartamento que la pareja compartía en el edificio 615 Oeste de la calle 144 en el vecindario Hamilton Heitghs en el Alto Manhattan.

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La policía y vecinos dijeron que la pareja discutió por una casa propiedad de los dos que supuestamente Nuez quería vender y él se oponía.

No se especificó sin la propiedad está en Nueva York o en la República Dominicana.

Nuez, quien por su simpatía y socialización con la gente de su área era llamada “La Abuela del Barrio”, fue apuñalada múltiples veces con dos cuchillos encontrados en la escena del crimen por la policía.

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Durante la disputa, Balbuena habría sufrido un ataque de ira que lo llevó a matar a su esposa por un desacuerdo sobre la vivienda, lo que fue confirmado por los investigadores y vecinos.

Estaban separados y dormían en camas distantes pero Balbuena continuaba residiendo en el apartamento escena del crimen.

Balbuena es acusado de asesinato y posesión criminal de un arma.

El viernes, poco antes del asesinato, a Balbuena que generalmente era abstemio se le vio  bebiendo alcohol  y siendo muy generoso brindándoles  cervezas a los adultos y dulces a los niños, testificó un vecino, añadiendo que el matador habló de suicidarse.

Familiares, vecinos y amigos de la pareja,  lloraron por la muerte de Nuez quien era muy querida y levantaron un altar con flores, velones, fotos y mensajes escritos en memoria de ella, frente al edificio.

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Nuez era una sobreviviente de cáncer de mama que se mantuvo optimista y siempre estaba parada en el balcón del apartamento saludando y conversando con los vecinos.

“Era la abuela de todos en esta cuadra. Ella era graciosa. Era luchadora, por eso todos la amábamos. Siempre hacía nos hacía reír a todos”, dijo la nieta de la víctima, Chanill Arashiro, de 30 años.

“Era la abuela del barrio. Nos vio crecer a la mayoría”, dijo una vecina que se identificó como Marlyn.

“Era una muy buena persona. Ella no se merecía esto criticando que el esposo la asesinó a la edad que Nuez tenía.

Por Miguel Cruz Tejada

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