Durante los últimos tres años (2019, 2020, 2021) han ocurrido en los Estados Unidos 80 ametrallamientos masivos, llamado así cuando suceden contra más de cuatro personas en un mismo lugar, dejando como saldo 381 personas fallecidas.
Durante el 2019, sucedieron 31 acciones bélicas con saldo de 151 muertos. El más mortífero ocurrió en El Paso-Texas, el 3 de agosto, en una tienda de Walmart, ubicada en el 7101 de Gateway Blvd, con saldo de 23 fallecidos.
Patrick Wood Crusius, de 21 años, fue acusado de cometer el mismo, quien uso un GP WASR-10, un rifle semiautomático de fabricación rumana que es una variante de un AK-47. Fue acusado de homicidio capital y cargos federales por delitos de odio.
En el 2020, se perpetraron 21 ametrallamientos con 104 fallecimientos. Hubo tres más letales donde fallecieron de 7 personas en cada uno. El Primero, en Moncure-Carolina del Norte, el 15 de marzo, siendo el autor el hispano Joaquín Román de 31 años, quien se suicidó.
Luego, en Valhermoso Springs-Alabama, el 4 de junio, en el 522 Talucah Rd. Hecho cometido por dos pandilleros.
Asimismo, en Aguanga-California, el 7 de septiembre, en el 45125 Highway 371.
Las autoridades informaron que la evidencia encontrada en el lugar indicaba que el lugar se estaba utilizando para fabricar y cosechar una operación ilícita de marihuana. Se localizaron más de mil libras, y cientos de plantas valoradas en más de $5 millones de dólares.
Mientras, en el 2021 sucedieron 28 ametrallamientos con 126 fallecidos. En los dos más mortales murieron de 10 personas en cada uno. El primero el 22 de marzo, en Boulder-Colorado, en el 3600 de Table Mesa Dr. Su autor fue señalado como Ahmad Al Aliwi Alissa, de 21 años.
Luego, el 26 de mayo, Samuel James Cassidy, de 57 años, un empleado “muy descontento” abrió fuego contra compañeros de trabajo en un patio de trenes. Las autoridades dijeron que el asesino seleccionó sus víctimas.
Este hecho sucedió en San José-California, en el 101 W. de la avenida Younger.
Estos datos figuran en las estadísticas de la organización “Archivo de Violencia Armada” con sede en Washington DC.
Por Ramón Mercedes
