Por JUAN T H
El candidato sempiterno a la presidencia de la República, Leonel Fernández, tan pronto decidió romper la alianza con el presidente Luís Abinader inició su campaña electoral como un mesías que surge de la nada para resolver todos los problemas que tiene el país, olvidando que muchos de los males estructurados de la sociedad dominicana fueron creados o fortalecidos durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, de los cuales tres fueron encabezados por él. Como dice doña Milagros Ortiz Bosch, si las administraciones anteriores hubieran denunciado y combatido la corrupción durante 16 años consecutivos, ese mal no habría tenido el país sumido en la pobreza y el subdesarrollo.
El liderazgo opositor de Leonel Fernández es irreflexivo, irracional, irresponsable, politiquero y oportunista, porque él sabe perfectamente las razones por las cuales los precios de los artículos de primera necesidad y los combustibles están altos, pero no lo dice.
“El precio del arroz, no lo aguanta nadie; el precio de la carne, no lo aguanta nadie; el precio de los pollos, no lo aguanta nadie; el precio de los huevos, no lo aguanta nadie; el precio del aceite, no lo aguanta nadie; el precio del bacalao, no lo aguanta nadie, el precio del arenque, no lo aguanta nadie; el precio del transporte, no lo aguanta nadie; pero para resolverlo La Fuerza del Pueblo”, dice como el que defeca y no lo siente.
El ex mandatario sabe que los precios de los combustibles están altos porque el precio del barril de petróleo está por encima de los cien dólares, lo cual tiene consecuencias muy graves para la pequeña y débil economía del país; sabe que los precios del trigo, la harina, la soya, etc., están por las nubes, al igual que los fletes. Leonel sabe que la crisis es global. Pero no lo dice. Simplemente quiere sacarle provecho político. No dice, porque cree que no le conviene electoralmente, que el gobierno está subsidiando los combustibles dejando de percibir cientos de miles de pesos; no dice, porque cree que no le conviene políticamente, que el gobierno ha tomado medidas muy serias para que los productos agropecuarios le lleguen al pueblo a precios accesibles sin que los productores terminen en la quiebra. Sabe el ex mandatario que los programas sociales han aumentado enormemente. En el país no hay escasez de los productos fundamentales de la canasta familiar. Como dice el ministro de Agricultura, Limber Cruz, lo malo no es que las cosas están caras – ¡que lo están! – lo malo es tener dinero y no encontrar los alimentos para comprarlos.
En la República Dominicana, como en todos los países del mundo incluyendo los más ricos y poderosos, como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia, China, etc., la inflación es un problema grave. En nuestro país la inflación es menor que en la mayoría de los países del hemisferio, gracias -Leonel debe decirlo con honestidad- al trabajo preventivo de las autoridades, gracias al sacrificio del gobierno acudiendo a los sectores más vulnerables. Si en medio de la crisis, que es importada, en nuestro país gozamos de estabilidad macroeconómica, de estabilidad política y gobernabilidad se debe precisamente al manejo inteligente y correcto del presidente Luís Abinader y del equipo de profesionales expertos que lo acompañan.
Si la inflación, “no la aguanta nadie”, como dice Leonel Fernández, este país estaría cogiendo fuego por las cuatro esquinas, como quisiera él. Pero no es así, por desgracia para la oposición que pretende pescar en río revuelto, aquí tenemos paz y tranquilidad gracias a un gobierno que no rehúye los problemas, que le busca solución, con trabajo, transparencia y combatiendo siempre la corrupción, lo que no hizo nunca el ex mandatario en 20 años.