El presidente de la Asociación de Bodegueros Unidos de América (UBA) en esta ciudad, Radhamés Rodríguez, manifestó que las alzas en los productos que se venden en las bodegas no es agiotismo por parte de los bodegueros porque las propias autoridades de Estados Unidos informaron sobre los aumentos.
Recordó que el pasado mes de noviembre la secretaria del Tesoro de EUA, Janet Yellen, achacó los actuales niveles de inflación en el país a la crisis generalizada causada por el Covid-19 y dijo que espera que la situación se restablezca dentro de un año, aunque todo dependerá de la evolución de la pandemia.
Asimismo, la Organización de la ONU para la Agricultura y Alimentación (FAO) expresó recientemente que los precios de los alimentos en el mundo progresaron con fuerza en octubre pasado hasta alcanzar su nivel más alto desde julio de 2011, apuntó.
La inflación en territorio estadounidense se disparó en octubre pasado hasta el 6,2 %, cifra no vista en 30 años, provocada en parte por la conjunción de una fuerte demanda de los consumidores y problemas en la cadena de suministros, tanto a nivel nacional como global, debido a la pandemia, dijo.
El presidente de la entidad, que agrupa a más de 12 mil bodegueros, especificó que los comerciantes no han tenido ni tienen la más mínima intención de aumentar tal o cual producto, porque revenden las mercancías en base a los precios que imponen los suplidores.
Rodríguez, sostuvo que en NYC y USA hemos vivido entre 2020 y 2021 dos años de una magnitud sin precedentes, la profunda crisis económica provocada por el impacto del Covid-19 y el alza de los precios ejerce una inminente presión en el bolsillo de las personas, especialmente en la gente de escasos recursos económicos, precisó.
Añadió que sin duda alguna la pandemia ha provocado una serie de cambios radicales en nuestras vidas, afectando principalmente a los menos favorecidos en términos de inflación, pérdidas de empleo, recesión económica, escasez de productos, rendimientos decrecientes de los ahorros, entre otros, puntualizó el presidente de UBA.
Por Ramón Mercedes