Mucho se ha hablado del poder de la vitamina C para detener los molestos resfríos, y durante décadas la gente la ha tomado con la esperanza de no enfermar. Ahora, también se le adjudican beneficios para enfrentar al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2). Pero ¿Qué hay de cierto en esas afirmaciones? Aquí revisamos la evidencia científica sobre sus propiedades para aclarar tus dudas.
La vitamina C es un nutriente que los humanos, a diferencia de la mayoría de los animales, no podemos sintetizar. Se trata de un componente esencial para la alimentación, que posee funciones biosintéticas, antioxidantes y estimulantes del sistema inmunitario, por lo que resulta fundamental para la salud de la piel, huesos, tejido conectivo y las defensas.Conoce los beneficios de la vitamina C
Si bien existen diferentes tipos de suplementos, las frutas y vegetales son las mejores fuentes de vitamina C. Estas incluyen: cítricos, tomates y su jugo, patatas, pimientos rojos y verdes, kiwi, brócoli, fresas, coles de Bruselas y melón, entre otros. Aunque la vitamina C no está presente naturalmente en los granos, suele agregarse a algunos cereales fortificados y jugos.
Los suplementos de vitamina C solo se reservan para cuando un profesional lo considera apropiado tras realizar un diagnóstico. De no ser así, los especialistas afirman que es mejor obtener la vitamina C de los alimentos, de esta forma también recibirás otros nutrientes importantes para el correcto funcionamiento del organismo. Veamos que propiedades ofrece la vitamina C:
Contra los resfriados
La creencia popular sostiene que la vitamina C puede curar el resfriado común, aunque los especialistas no parecen esta del todo de acuerdo con esta polémica afirmación. Los ensayos clínicos al respecto muestran que, en grandes dosis, la vitamina C podría reducir la duración del resfrío, aunque no proteger de contraerlos.
La probabilidad de éxito de la vitamina C para prevenir un resfriado puede variar de una persona a otra. Por ejemplo, entre personas extremadamente activas, como es el caso de los deportistas, este beneficio podría apreciarse consumiendo una menor cantidad en comparación con la población general.
¿Sirve para el coronavirus?
La vitamina C cuenta con una importante reputación en cuanto a sus propiedades estimulantes del sistema inmunitario. Por este motivo, muchos investigadores deslizaron la posibilidad de que fuera útil para acelerar la recuperación de pacientes con COVID-19. Sin embargo, la evidencia científica parece descartar esa posibilidad.Preguntas y respuestas sobre la COVID-19https://www.youtube.com/embed/UiEpGsZWToM
Un estudio que incluyó a 214 adultos comparó el suministro de complementos de vitamina C, complementos de zinc, una combinación de ambos y la atención usual contra la COVID-19. Los resultados, publicados en JAMA Open Network, arrojaron que no hubo ninguna diferencia significativa entre los cuatro grupos de pacientes.
Otras bondades
Se cree que, por su acción antioxidante, la vitamina C podría potenciar ciertos tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, combatir el daño oxidativo, previniendo enfermedades cardiovasculares u oculares, y actuar como vasodilatadora, disminuyendo el riesgo de hipertensión o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, estas bondades continúan estudiándose.
Cuánto consumir
Los especialistas señalan que el consumo diario recomendado de vitamina C es de 105 mg para los hombres adultos, 84 mg para las mujeres y entre 75 y 100 mg para niños y adolescentes. Una porción variada de frutas y verduras al día, por ejemplo, puede proporcionar más de 40 mg de vitamina C.
Exceso de vitamina C
Las dosis superiores a los 400 mg de vitamina C se excreta en la orina. Por eso, los expertos advierten que es inútil intentar exagerar su consumo para obtener una mayor protección contra enfermedades. Una dosis diaria de 2 000 mg o más (solo puede obtenerse mediante suplementos) puede causar náuseas, diarrea, dolor abdominal y aumentar el riesgo de cálculos renales.Remedios caseros contra la diarrea.
Déficit
El diagnóstico de deficiencia de vitamina C requiere de análisis de sangre especiales. La enfermedad causada por este problema se conoce como escorbuto y es poco frecuente. Puede provocar debilidad del tejido conectivo, dolor en los huesos, fatiga, hemorragias en las encías y mala cicatrización. Sólo ocurre si el consumo de vitamina C cae por debajo de los 10 mg.