El ex diputado Rafael Méndez, advirtió que es tiempo
de que se comience a pagar la gran deuda histórica que se tiene con
las comunidades que componen la Zona Cañera, ubicadas en los
municipios de Tamayo y Neiba, de la provincia Bahoruco.
Para el pasado legislador, el conflicto generado por la destrucción de
propiedades privadas y públicas debe ser el espacio que arroje luz a
situaciones que desde hace años debieron estar “suficientemente
definidas, de forma tal que las comunidades sientan que la riqueza que
tienen enfrente le genera bienestar material y social”.
“Entre otras situaciones, debe clarificarse los reales linderos de
los terrenos arrendados, así como el destino de los recursos
millonarios que el arrendatario Consorcio Azucarero Central ha
entregado al Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER)”,
subrayó.
Méndez dijo que esos recursos no se han retribuido a los residentes en
las comunidades cañeras, que son quienes mayormente generan esa
riqueza, ya que el 90 por ciento de las plantaciones del Ingenio
Barahona están en la provincia Bahoruco.