Cuando el PLD estaba en proceso de formación, en la década de los años setenta, Juan Bosch y sus discípulos salían a las calles a recolectar recursos económicos para destinarlos a distintas obras sociales y humanitarias en la sociedad.
En una de esas ocasiones Bosch y el PLD salieron a las calles para buscar recursos económicos y destinarlos a la construcción de un techo propio para Pedro Mir, el “Poeta Nacional”, el hombre de la frase, “Hay un país en el mundo en el mismo trayecto del sol”, y Bosch, con una arraigada sensibilidad social y una conciencia política desarrollada, no concibia que el Poeta Nacional muriera sin un techo propio, por la cual se motivó y ordenó a su discípulos a salir a las calles a buscar recursos económicos y poder construir un techo propio al Poeta Nacional, Pedro Mir, a cambio de nada.
Décadas después, paradójicamente, los discípulos de Bosch se encuentran en las calles en medio de una crisis sanitaria, pero en otra posición y con otra perspectiva de la vida: Todos pertenecen la plutocracia nacional gracias a las arcas públicas.
Ahora, coindencialmente, están tirados a las calles; no para buscar recursos económicos, porque ya les sobra, sino para comprar conciencia a cambio de raciones de pan que ni siquiera traen los cinco pesos de mantequilla suelta para poder calmar la angustia que genera comerse un pan vacío.
Por Sadam Suriel del Orbe