El Mirador
Estamos seguros de que nuestros lectores recuerdan que escribimos que la Organización de Estados Americanos (OEA), responsable de hacer la investigación sobre lo sucedido con las canceladas elecciones municipales, con el uso del sistema electrónico, donde advertimos que ese organismo no iba a culpar a ningún sector político del hecho, sino a técnicos de la Junta Central Electoral (JCE), en virtud de la importancia que tienen para ese organismo, los candidatos presidenciales principales del país, uno de los cuales será el próximo Presidente de la nación.
Pues para no alargar más la idea, debemos decir que así sucedió. La OEA dijo que el problema fue técnico en la JCE. Desde un principio, se acusó a un técnico de Claro y al coronel Antonio Guzmán Peralta, del equipo de seguridad de Luís Abinader, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), de supuestamente estar implicados en el sabotaje en contra del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
El PRM acusó al gobierno del problema, pero ocurre que para las elecciones municipales canceladas por la JCE, todo el país sabía que los morados estaban “barriendo”.
Ahora el coronel Guzmán Peralta dice que el gobierno lo usó para vincular al candidato presidencial del PRM en el hecho. Pero ocurre que la cancelación de las elecciones sólo perjudicó al PLD, porque los opositores crearon la idea de que esa entidad tenía responsabilidad en el caso. ¡Y el PLD no tomó la defensa y dejó que el malestar creciera!
La investigación de la OEA, sin ser explícita, vinculó a técnicos de la JCE, arrastrando así al coronel y al técnico de Claro en el asunto. Es importante recomendarle al coronel Guzmán Peralta, que como estamos en tiempos de coronavirus, que cierre la boca para que no se “contamine más”. Y, escribiendo de coronavirus, debemos decir que el país no tiene cómo agradecerle al Presidente Danilo Medina, las grandes inversiones hechas por su gobierno en el sector productivo.
Sin ningún tipo de análisis profundo, debemos señalar que si el coronavirus se hubiese originado ocho años antes, los muertos en nuestro país ya hubiesen pasado de los cinco mil, debido a la falta de alimentos y el deterioro de los hospitales, sector éste último donde el régimen supera a todos los demás en inversiones.
Los campos productivos están llenos de pollos, gallinas ponedoras, plátanos, yuca, batata, ñame y otros alimentos, gracias a que el Presidente Medina, desde que asumió el primero de sus dos gobiernos, se “mudó” a esas áreas productivas, llevando miles de millones de pesos para apoyar a los productores, sin exigirles ni un papelito como garantía.
Llegarán tiempos que la mayoría de dominicanos, si no gana Gonzalo, se preguntarán: ¿Qué fue lo que hicimos? Hoy, con el acuartelamiento de la mayoría de dominicanos, cumplimiento con las medidas oficiales para controlar el coronavirus, con la gente comiendo al triple, la nación tiene alimentos suficientes.
La única esperanza que tienen esos sectores, es que el favorito de Medina, como lo es Gonzalo Castillo, gane las elecciones presidenciales, aunque creemos que el voto mayoritario le responderá al actual jefe de Estado. ¡No son las mismas simpatías de las anteriores elecciones!
El problema mayor que hay en los actuales momentos, es que a consecuencia del coronavirus, hay escasez de trabajadores para sacar al mercado los productos. El gobierno debe ir buscando alternativas para resolver ese problema, que se va a presentar. Pero es mejor que haya alimentos en los centros productivos. Esa acción del Presidente Medina, originó que hoy el país tenga una economía fuerte, una de las mejores de América Latina.
Este 24 de Abril, el país tendrá cambios de más de la mitad de la administración municipal, con la mayor representación del PRM, PRD y PRSC, pero con menos del PLD. ¡Las cancelaciones masivas en los Ayuntamientos, serán después de las elecciones presidenciales, sin importar que los empleados públicos sean o no de Carrera Administrativa, gane o pierda Luís Abinader!
Hay que decir que en las elecciones pasadas, no entró el voto fuerte del Presidente Danilo Medina, con su masivo apoyo entre los productores agropecuarios, agroindustriales, las industrias, incluyendo las Zonas Francas, los emprendedores, la mayoría de estudiantes, los padres de éstos, empleados del Estado y sus familiares. ¡Ahí podría estar la diferencia!
¡Ahí hay un voto duro a favor del candidato presidencial del PLD, Gonzalo Castillo! Es un voto “madurado” por casi ocho años de gobierno del Presidente Danilo Medina, que va a responderle en los comicios.
A parte del sector productor de alimentos y otros servicios, el candidato presidencial Gonzalo Castillo contará con el voto fuerte de un área importante de la comunicación, que a decir verdad, es donde el régimen tiene sus principales debilidades, fruto de un errado manejo de la estrategia, para suerte de la oposición, que ya obtuvo un gran logro, como fueron las elecciones municipales, que desfavorecieron al PLD.
A éxito del Presidente Medina, con sus Visitas Sorpresas, hay que agregarle la labor que desarrolla el Ministerio de Administración Pública (MAP), bajo la dirección de otro gran trabajador del Estado, el ministro Ramón Ventura Camejo, quien instruyó a todos los empleados de las instituciones públicas, controladas por el PLD, PRM, Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) u otras organizaciones, a que acaten las disposiciones oficiales, en vez de irse a las playas u otros lugares para la recreación los fines de cada semana o días feriados. ¡Y así se está cumpliendo!
Lamentablemente, la administración pública perdió a un trabajador ejemplar, como lo fue el embajador Antonio Vargas Hernández, quien tenía la responsabilidad del manejo de los Fondos Europeos para el Desarrollo, entre otros compromisos. ¡Su alma está en paz!
Con respecto a las violaciones a las disposiciones para que las personas no se expongan al COVID-19, hay que reforzar el patrullajes, no solamente en los centros de las ciudades, sino en las urbanizaciones y barrios, donde la mayoría de ciudadanos o ciudadanas, anda como si nada ocurriera, sin mascarillas ni guantes.
Hay que patrullar, con guardias y policías, llevando a los destacamentos a los violadores, pero dejándolos por lo menos siete horas detenidos, después que familiares o amigos les lleven las mascarillas y los guantes. Y cuando se vayan a liberar, decirles: “Esto es para cuidarlos de la enfermedad y que ustedes no enfermen a sus familiares u otras personas”.
¡Gracias por leernos!
Luís Céspedes Peña