Aunque la mayoría de las personas están confinadas en casa mientras el nuevo coronavirus (COVID-19) se extiende, los trabajadores esenciales todavía tienen que ir al trabajo, y las visitas al supermercado y a la farmacia siguen siendo necesarias, generado una preocupación común: ¿puede la ropa que las personas usan para salir propagar el virus? Y si es así, ¿cuál es la mejor forma de manejarla tras volver a casa?
Esto podría depender de qué haces exactamente cuando sales de casa. Por ejemplo, el Colegio Americano de Médicos de Emergencias (ACEP) insta a los enfermeros y a los médicos a pensar en los hospitales como “zonas calientes”, y les aconseja quitarse toda la ropa antes de volver a entrar en casa. También aconseja una ducha o un baño de inmediato, y que se mantenga la ropa de trabajo separada de la demás ropa hasta que se lave a conciencia en agua caliente con jabón.
Sin embargo, para la persona promedio el rol de la ropa en la infección es menos claro. “No he visto nada publicado que sugiera que las personas tengan que quitarse la ropa, lavarla y ducharse de inmediato tras ir al supermercado”, anotó Elizabeth Scott, decana asociada del Colegio de Ciencias Naturales, Conductuales y de la Salud de la Universidad de Simmons, en Boston.
En este momento, la mayoría de las personas “deben seguir concentrándose en las prácticas de higiene de las manos, usar una máscara y no tocarse la cara”, aseguró la experta. Pero, como precaución, apuntó que, para los empleados de las tiendas, trabajadores de saneamiento y todo el que tenga un contacto rutinario con el público, “tendría sentido quitarse la ropa cuando lleguen a casa, y lavarla o dejarla colgada hasta la próxima salida”. Además, aconsejó lavarse las manos de inmediato tras hacerlo.
Scott también citó el consejo de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. respecto a que se debe lavar la ropa usando el ciclo de agua más caliente posible, seguido de un secado exhaustivo.
“Siempre usaría el ciclo de agua más caliente posible para el tipo de tela que lave. También es posible realizar un lavado desinfectante, usando cloro para el hogar y siguiendo las indicaciones de las etiquetas”, enfatizó. Los CDC también aconsejan sacudir la ropa sucia, para prevenir la circulación accidental de cualquier virus en el aire.
Pero ¿qué sucede con aquellos que no tienen lavadora o secadora en casa? ¿Son las lavanderías seguras? Scott sugirió que sí, siempre y cuando se siga el distanciamiento social. Con ese objetivo, aconsejó minimizar el tiempo que se pasa en la lavandería al organizar la ropa sucia por adelantado y doblar la ropa limpia en casa.
También aconsejó llevar jabón y toalla de manos propios, para limpiar la parte externa de cualquier lavadora o secadora pública que pudiera utilizarse. “Añadiría que, si tienes que usar carritos o cestas comunitarios, limpies todas las superficies de contacto con toallitas desinfectantes o desinfectante de manos“.
Por último, Scott enfatizó firmemente la importancia de mantener la higiene de las manos durante todo el proceso de lavado de la ropa en una lavandería. “Debe lavar y secar sus manos antes de salir de casa si es posible, y desinfectar sus manos antes de entrar a la lavandería. Y cuando llegue a casa, lave y séquelas nuevamente”, concluyó.
Preocupaciones por otras formas de transmisión
Otros aspectos que generan preocupación sobre la transmisión del COVID-19 son el dinero y la comida para llevar. Sobre lo primero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que sí, existe un riesgo debido a que los billetes suelen circular por muchas manos incontables veces al día. Además, al estar fabricados con papel a base de algodón y lino, se convierten en un excelente portador de gérmenes.
“Sabemos que el dinero cambia de manos con frecuencia y puede concentrar todo tipo de bacterias y virus. Recomendamos a las personas que se laven las manos después de manipular billetes y eviten tocarse la cara”, dijo un vocero de la OMS al periódico Telegraph. Sin embargo, los expertos aclaran que el riesgo de infectarse por esta vía es muy bajo.
Respecto a la comida, muchos especialistas coinciden que, incluso si fue preparada por un cocinero que tiene COVID-19, no hay mucho de qué preocuparse. Según Paula Cannon, profesora de microbiología molecular e inmunología de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, esto se debe a que el virus es fácil eliminar con el calor, por lo que, recalentando la comida o asegurándote que este caliente al llegar, puedes prevenir su transmisión.
Si todavía te sientes inseguro, puedes comprar la comida el día anterior y guardarla en la nevera o el congelador, el tiempo es otro factor clave para eliminar el COVID-19. Si te preocupa que el virus pueda sobrevivir en la parte externa de los recipientes de la entrega, simplemente puedes transferir la comida a un envase limpio, y asegurarte de lavarte las manos antes de comer.