Trump confía plenamente en que los senadores republicanos van a rechazar en bloque los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso aprobados este miércoles en la Cámara de Representantes. El Senado cuenta con mayoría republicana y los legisladores se han mostrado fuertemente en contra del impeachment. Pelosi, la tercera autoridad de Estados Unidos, considera que para que se desarrolle un juicio justo es necesario escuchar los testimonios de autoridades como el jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, y el exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton. El Gobierno de Trump se ha negado a entregar 71 documentos y el mandatario ha impedido que declaren 12 testigos.
El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el demócrata Adam Schiff, ve más relevante acceder a la documentación que escuchar nuevos testimonios. En una entrevista a The Washington Post, Schiff se refirió a la evidencia encontrada en los correos electrónicos y mensajes de textos de Kurt Volker, el exenviado a Ucrania, y Gordon Sondland, embajador en la Unión Europea, en relación a las presiones de Trump a su homólogo ucranio Volodímir Zelenski. “Los pocos mensajes que recibimos fueron notablemente incriminatorios”, sostuvo. “Uno puede imaginar que si esto es lo que muestra la pequeña muestra de documentos que tenemos, cuán condenatorios pueden ser muchos de los otros documentos que la Administración se niega a entregar”.
Trump, que sostiene que no se siente sometido a un impeachment, ha dicho este viernes que Pelosi está buscando un quid pro quo en el Senado. “¿Por qué no le hacemos un proceso de destitución a ella?”, preguntó en Twitter. La noche anterior la acusó de tener “miedo” de despachar los dos artículos a la Cámara alta porque el caso es “patético” y “un fraude”. La Cámara de Representantes no podrá enviar los artículos hasta que los legisladores vuelvan de su descanso de fin de año el 7 de enero, como muy pronto, según un informa Reuters.
La votación en el Senado está prevista para enero. Los republicanos quieren que sea lo antes posible, pero si los desacuerdos continúan o si los demócratas consiguen que expongan nuevos testigos, el proceso de destitución puede llegar a votarse en febrero. De ser así, existe la posibilidad de que coincida con el discurso del estado de la Unión que ofrecerá Trump el 4 de febrero en la Cámara de Representantes. Esta mañana, Pelosi ha extendido la invitación al mandatario citando que es un deber constitucional. Trump, que hace unos días acusó a la líder demócrata de haber declarado “la guerra a la democracia americana” ha aceptado rápidamente el ofrecimiento. elpais.com