Luís Céspedes Peña
El proceso democrático de la República Dominicana, faculta a los electores para escoger a sus autoridades dentro de un conjunto de colores que significan los partidos, aunque éste fue interrumpido en 1963, cuando el gobierno dirigido por el ilustre profesor Juan Bosch, fue derribado por un despreciable golpe de Estado.
Bosch sólo duró siete meses en la conducción del Estado y ya se perfilaba como el gran ejemplo democrático de América Latina. En ese corto período de gobierno, el profesor Juan Bosch envió al exterior a un grupo de jóvenes profesionales, a prepararse en el manejo de la administración Pública, con la idea de que los ciudadanos recibieran buenos servicios públicos.
Pero el desprecio a la democracia de entonces, de parte de los mismos sectores que promovieron el golpe de Estado, para también desconocer la Constitución más avanzada de América Latina, interrumpió el inicio de un Estado moderno, con una administración pública diferente.
Pero en ese poco tiempo, algunas “semillas” germinaron, porque encontraron tierras fértiles. Las enseñanzas del maestro Bosch, fueron aprendidas directamente por uno de sus principales discípulos, el también profesor, hoy ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo.
Esas “semillas fértiles” están dando buenos resultados en el desarrollo de la administración pública. El país tiene en ese hombre a una figura presidencial terminada, con un excelente manejo del discurso y conocimiento suficiente para la aplicación de un Plan Estratégico global en el Estado, para darle continuidad al del Presidente Danilo Medina. ¡No importa el tiempo!
Millares de ciudadanos en todo el país se preguntan: ¿por qué Ventura Camejo no tomó la decisión de ser precandidato cuando otros sí lo hicieron aunque sin ningún resultado? Ganó el último que lo hizo, como lo es Gonzalo Castillo, cuando se le impidió al Presidente Medina no optar por la reelección, a pesar de que la Constitución estable el límite de ocho años consecutivos. Medina sólo lleva cuatro años, aunque se le aplicó un retroactivo, como fue el período 2012-2016.
Ventura Camejo, leal al Presidente Medina, defendió hasta el final el derecho que ciertamente tiene el gobernante para optar por su reelección, pero que definitivamente renunció. No hay ninguna duda de que si Ventura Camejo se hubiese lanzado como precandidato, la decisión del Presidente Medina hubiese sido para apoyarlo. ¡Pero no lo hizo!
Debemos recordarles a nuestros lectores, que la reelección del Presidente Medina en el 2016, fue una maniobra política de Ventura Camejo, quien promovió la modificación constitucional. En materia de poner en ejecución políticas públicas, como la mejora continua de los servicios, Ventura Camejo es un triunfador.
Hasta el 2004, el Estado desconocía el significado calidad en los servicios públicos, hasta que llegó el actual ministro de administración pública. ¡Ahí están los ejemplos, reconocidos en el mundo!
Su nuevo reto parece ser la búsqueda de la Presidencia de la República en el 2024. Sectores de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la sociedad civil y la administración Pública, consideran que le llegó el tiempo para tomar la decisión. Hay que revelar que ya existe un movimiento de ideas con esos fines a nivel nacional.
Pero tomando en consideración el poder de decisión política que tiene el Cibao, casi con la mitad de los votos nacionales, el ministro Ventura Camejo podría ser, sin discusión, el candidato vicepresidencial de Gonzalo Castillo, como una “carta” de triunfo, porque le dividiría el poder económico, básicamente de Santiago, que tiene el Partido Revolucionario Moderno (PRM), debido a las amplias relaciones que tiene el político santiaguero con esos núcleos.
Desde Santiago, como cabeza del Cibao, se controla gran parte de las diferentes actividades de las restantes 13 provincias, debido a que dirigentes de las mismas, también pertenecen a las principales organizaciones santiagueras.
Y sería el represente de esos núcleos en la dirección del Estado, sin olvidar a los más necesitados. Todas las gestiones que les haría Ventura Camejo a favor del desarrollo de la provincia, serían gratis. ¡Es el único que les sale muy barato a los inversionistas, porque no tendrían que dar ningún por ciento! Se produciría un cambio radical en el pensamiento político cibaeño, lo que tiene que ver con la falta que se originará con la salida del Presidente Medina
El ministro Ventura Camejo está preparado para aceptar cualquier tipo de reto. Como ya dijimos antes, su lealtad al Presidente hizo que ese proyecto presidencial no se desarrollara, aunque a partir del momento parece que comenzará sin detenerse, sin descuidar las campañas municipal, provincial y nacional del 2020. Actualmente, se desempeña como enlace entre el Comité Político del PLD, del cualquier es miembro, y los dirigentes de Santiago.
Ventura Camejo fue exitoso para el pueblo como gobernador de la Provincia de Santiago, como diputado, senador, y en el mejoramiento de la administración pública, parece que será insuperable.
Entre los grandes aportes al desarrollo provincial, están la obtención de docenas de subvenciones para instituciones de servicios, los tres hospitales periféricos de Cienfuegos, Bella Vista y el Ensanche Liberad. Sus gestiones para desarrollar el estancado proyecto de construcción del Recinto Santiago de la universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el plan de asfaltado de las calles de Santiago, que ya es un logro permanente, y otras realizaciones.
Durante la gestión de Ventura Camejo como gobernador de Santiago (1998-2000), se organizó el único desfile de carnaval que recorrió más de 20 barrios y urbanizaciones, exhibiendo a la reina y sus cortes, poniendo a disfrutar sanamente a millares de ciudadanos. Hubo un apoyo total a favor de los organizadores, los cuales tomaron salones de la Gobernación para la preparación de ese inolvidable evento.
También, junto al entonces diputado Juan Bautista Cabrera (Gustavo Cabrera), Ventura Camejo fue un promotor para la aprobación, cuando era senador, de un conjunto de Leyes importantísimas para el desarrollo del país, como fueron la 14-91 de Servicio Civil y Carrera Administrativa, y la 10-91, que creó el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
En la actualidad, como ministro del MAP, ya son numerosas las Leyes de Administración Pública. Santiago, donde la pobreza extrema no llega al 15, es muy exigente. Esa es la razón de que nadie puede decir que controla el campo político de esta ciudad. Los santiagueros toman en cuenta, no sólo a los candidatos, sino a los responsables de dirigir campañas políticas.
La mayoría de campesinos tiene pequeños lotes de terrenos y sus viviendas. En los barrios, la totalidad de pobres, no de la miseria extrema, tiene su casita o alquilada. Dentro de ella tiene, casi siempre, dos televisores, un juego de aposento bueno o más, una motocicleta, un carro asignado para conchar o propio, u otros ajuares, para si la situación económica se les pone difícil, poder empeñar para resolver un problema momentáneo. Juan Bosch definía a éstos en pobres y muy pobres, como una clase social.
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