Por Horacio Nolasco– Una caterva de jugadores dominicanos recibieron centavos al firmar para el profesionalismo, sin embargo algunos se convirtieron en estrellas del juego y otros han logrado acumular grandes sumas de dinero.
Se ha dado el caso de peloteros que fueron firmados como relleno, un vivo ejemplo fue Pedro Martínez. El as del picheo se convirtió en el lanzador más dominante en la era de los esteroides, a pesar de recibir 5,000 dolares por rubricar su contrato en 1988 (ganó 146 millones en su carrera).
Starlin Castro logró un bono de apenas 45 mil dolares al estampar al profesionalismo con los Cubs en el 2006. Cuatro veces Todos Estrellas, 1,445 hits, con 29 años ha generado 58 millones (más 12 MM que ganará este año y una opción de 16.0 para 2020).
Si hablamos de talento y poco dinero, David Ortiz fue firmado por el fenecido Ramón-Pintacora-De Los Santos en 1992, recibiendo 7,500 dolares. El David ganó 160 millones de dolares en su carrera y sus estadísticas lo llevarán al Salón de la Fama en el 2022.
José Ramírez fichó con los Indios de Cleveland por 50 mil dolares en el 2009. El explosivo bateador criollo tiene garantizado 26 millones, más dos opciones por valor de 24 MM.
En 1983 el entonces scout Omar Minaya firmó por 3,500 dolares a un joven jardinero para el equipo de los Vigilantes de Texas. Su nombre: Samuel Peralta Sosa o Sammy Sosa. En ese entonces el dolar estaba a algo más de dos pesos por un dolar. Como mucho se podría comprar un solar con ese dinero. La historia de Sosa la conocemos todos (ganó unos 130 millones como jugador).
Por sus pocas libras, a pesar de su talento, Juan Carlos Cruz recibió un bono de apenas 3,000 mil dolares en 1997. Cruz fue un magnífico preparador, acumulando casi 15 millones en una carrera de 12 campañas en Grandes Ligas.
Cincinnati acordó con Mario Soto por 1,000 dolares en 1973. En 1985 formó junto a Joaquín Andújar y Pedro Guerrero el primer trío de jugadores dominicanos que recibieron sobre el millón de dolares por temporada.
Gerónimo Peña y Pedro Viola son dos casos fuera de liga. Los dos criollos no llegaron tan lejos en el béisbol, pero los bonos recibidos fueron miserables. Gerónimo Peña estuvo siete años en las Mayores (1990-96). En 1995 ganó casi 800 mil dolares. Peña consiguió una ¨fabulosa¨ suma de dos mil dolares y la garantía de una visa por si el negocio fracasaba en 1984.
Pedro Viola estuvo en las Mayores por tres temporadas. Fue contratado en el 2005, a los 22 años por nada mas y nada menos que mil (1,000) dolares. Lo curioso del caso no fue el poco dinero recibido, sino que el scout que lo firmó estuvo al tris de ser cancelado por haber fichado a un hombre de su edad y condiciones.
Juan Nicasio se hizo profesional en el 2006 con 20 años de edad (Rockies de colorado), consiguiendo 10 mil dolares por la firma. Nicasio ha logrado 20 millones en su carrera, más 9.3 millones pendientes para este año.
El relevista Carlos Mármol rescató 117 juegos en las Mayores, incluyendo 38 en el 2010. Mármol participó en nueve campañas, ganando 25 millones, todo eso después de rubricar como receptor por 12 mil dólares en 1999.
Dos jóvenes promesas del picheo criollo recibieron sumas ridículas por estampar su firma al profesionalismo: Luis Castillo y Reyes Moronta. Castillo será el abridor de Cincinnati el Día Inaugural este jueves. Recibió 20 mil dolares por fichar a los 20 años con San Francisco. Moronta (5-2 2.49), consiguió 15 mil dólares en el 2010.
Esos jugadores han dado muestra de perseverancia, y a la vez un mensaje para quienes solo piensan en el bono millonario, pues algunos han conseguido ser estelares y otros han obtenido muy buen dinero, luego de firmar por centavos.