Miguel Cruz Tejada
Nueva York.- El pasaje bíblico de Jesucristo y María Magdalena, ilustra el comienzo de la represión a la prostitución, calificada como el oficio más antiguo del mundo. Ahora, miles de años después de ser reprimida la actividad sexual a cambio de dinero, surge un movimiento legislativo y de activistas, que buscan crear una ley para legalizar la prostitución en Nueva York, donde las sanciones son muy drásticas tanto para quienes la ejerzan, como para los que pagan.
Los senadores Jessica Ramos, Julia Salazar y Brad Hoylman y el asambleísta Richard Gottfried están trabajando con la organización “Decrim NY” para crear un proyecto de ley que modificará el código penal del estado para dejar de perseguir legalmente a las prostitutas y prostitutos.
“Decrim NY” es una coalición de organizaciones que agrupan a las prostitutas que viene bregando por la despenalización, desclasificación y contra el estigma que marca a las meretrices en el estado.
Ramos y Salazar dijeron que la criminalización de las prostitutas debe terminar con la eventual ley.
“Nuestro objetivo es derogar los estatutos que penalizan el intercambio sexual consentido entre adultos y crear un sistema que borre los registros de prostitución de trabajadores sexuales y los sobrevivientes de la trata sexual para que puedan seguir adelante con sus vidas”, dijeron Ramos y Salazar.
Ramos representa los sectores de Corona, Elmhurst y Jackson Heights en Queens y Salazar a Bushwick, Greenpoint y Williamsburg en Brooklyn.
“La criminalización no explica la razón por la que las personas intercambian sexo, ¿por qué la mayoría de las personas intercambian sexo?, por necesidades económicas: pagar facturas, el alquiler y poner comida en la mesa. Las personas a menudo recurren al trabajo sexual después de un evento significativo en su vida, como facturas de salud, los que los hace económicamente vulnerables,” dijeron los legisladores en un artículo que publicaron en el tabloide NY Daily News.
Añadieron que las comunidades LGBTQ, afroamericanos, inmigrantes, los discapacitados y otras minorías étnicas se involucran en el trabajo sexual en tasas más altas porque no tienen oportunidades de trabajo en la economía formal.
Dijeron que 9 de cada 10 arrestados en redadas de la policía en salones y centros de masajes, relacionadas con el trabajo sexual son inmigrantes, y la mayoría provienen de Asia y América Latina, con alto porcentaje de indocumentados.
Agregaron los legisladores que los jóvenes LGBTQ, que huyen de sus hogares por ser rechazados, representan una tasa 7 a 8 veces más alta de prostituirse que los jóvenes de sus edades, que no confrontan su situación.