Testigo del tiempo / J.C. Malone
Tuve una novia que se ponía tan inestable durante el síndrome premenstrual, que un día, esperando que cambiara un semáforo, cambió de opinion varias veces. “Ve a la derecha, no, a la izquierda, mejor”… La interrumpí. “No puedo dar reversa, tengo gente detrás”, respondió, “entonces, sigue derecho”.
Para muchas mujeres con ese síndrome, la inestabilidad, incertidumbre e indecisión son “normales”, para un gobernante, son fatales.
Manejando el escándalo del SENASA, el presidente Luis Abinader actuó contradictoriamente, desnudó una peligrosa incertidumbre.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) ganó dos elecciones gracias al “sector externo”, organizado y liderado por el doctor Santiago Hazím, quien fue destituido como director de SENASA.
En julio, la oposición denunció irregularidades en SENASA, Abinader reaccionó, un error político imperdonable, “nunca reaccionar” es la regla. La violó ambiguamente; avanzó, retrocedió, una y otra vez, perdió la compostura.
En 90 días, Abinader defendió a Hazim; lo sometió al Ministerio Público, lo condenó: “tengo amigos, no cómplices”. Después envió a su abogado, Miguel Valerio, a defenderlo. Si musicalizáramos esos movimientos con “Así habló Zaratustra”, de Richard Strauss, Abinader interpreta la danza del espanto político.
Cómo Abinader trata a Hazím, impone profundas reflexiones sobre las lealtades políticas, ¿quién puede confiar en Abinader? Hazím aportó votos; parte de “las graves irregularidades” de SENASA están conectadas al “histórico triunfo reeleccionista”, sabido es.
Abinader está sin capital político ni estructura partidaria para resistir este escándalo y su calamitoso manejo. Quizá por eso, nuestra diva mediática, la Mujer Maravilla de la lucha contra la corrupción, la locuaz procuradora Yeni Berenice Reynoso, declaró un desafío mutista, está callada.
Si robaron más de RD$100 mil millones, y Abinader nunca supo nada, debe renunciar, como administrador es muy ineficiente, y debe pedirle disculpas al expresidente Danilo Medina.
Después de que trancaran al expresidente Salvador Jorge Blanco y al exprocurador Jean Alain Rodríguez, todo es posible.
Abinader, la exprocuradora Miriam Germán, quien ignoró una denuncia de SENASA, Hazim y Reynoso, deben prepararse, pueden tener serios problemas con la justicia, cuando cambie el gobierno.