Por Bartolo García
Washington D.C. – En un evento marcado por la tradición y el decoro, el presidente Joe Biden recibió a Donald Trump en la Oficina Oval este miércoles para iniciar formalmente el proceso de transición presidencial, tras las elecciones de la semana pasada. El encuentro, que se llevó a cabo en el Salón Oval, representó un momento de unidad y compromiso mutuo para asegurar una transferencia de poder “lo más suave posible”.
Encuentro en el Salón Oval
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— RT en Español (@ActualidadRT) November 13, 2024
Durante la reunión, ambos líderes compartieron un apretón de manos ante la chimenea, un gesto simbólico que suavizó los tonos de una campaña electoral frecuentemente tensa. Trump señaló la dureza inherente a la política, reconociendo que, a pesar de las diferencias pasadas, el objetivo común era la estabilidad del país. Biden, por su parte, ofreció sus felicitaciones a Trump, subrayando su deseo de una transición fluida y constructiva.
Compromisos y cortesías
El tono conciliador se extendió durante todo el evento, con Trump agradeciendo a Biden por la cortesía de la invitación y el compromiso con una transición pacífica. Esto marcó un contraste notable con la tensión previa, particularmente porque Trump no había ofrecido la misma cortesía a Biden después de las elecciones de 2020.
Agenda de transición
Se anticipa que Biden aproveche este periodo para asegurar la continuidad del apoyo a Ucrania y para establecer las bases de su sucesión. Al mismo tiempo, Trump ya ha comenzado a formar su administración, anunciando figuras clave como Elon Musk para dirigir un nuevo grupo de trabajo que se enfocará en la reducción del gasto público.
Ausencia de Melania Trump
En paralelo, la ausencia de Melania Trump en las tradicionales reuniones de las primeras damas también captó la atención. Según informes, Melania declinó reunirse con Jill Biden debido a desavenencias anteriores durante la administración Biden, incluida una redada del FBI en su residencia.
Este histórico encuentro entre Biden y Trump no solo simboliza el principio de una nueva etapa en la administración estadounidense, sino que también refleja los esfuerzos por preservar las normativas y el respeto institucional en momentos de cambio significativo.