Santo Domingo.– Si las enfermedades relacionadas con la glándula tiroidea no se diagnostican a tiempo pueden afectar “gravemente” la calidad de vida de hombres y mujeres, “porque pueden generar arritmias e insuficiencia cardiacas, problemas de infertilidad, afectar la función cognitiva y el deseo sexual, entre otras”.
Así lo explicó la Dra. Yahidee Belén, endocrinóloga de Hospiten Santo Domingo, al conmemorarse el pasado 25 de mayo el Día Mundial de la Tiroides, la que describió como una glándula situada en la cara anterior del cuello, con forma de mariposa, que produce hormonas que controlan el metabolismo y afecta funciones como el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y el nivel de energía del cuerpo.
Su función es producir y liberar hormonas tiroideas que se encargan de regular y mantener los múltiples procesos metabólicos del organismo, como el metabolismo, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso, desequilibrio tiroideo, crecimiento y desarrollo, sistema digestivo, piel, cabello y uñas, reproducción y fertilidad.
Entre las principales enfermedades tiroideas, la Dra. Belén citó el hipotiroidismo: cuando la tiroides produce menos hormonas de lo necesario; el hipertiroidismo: cuando produce un exceso de hormonas tiroideas; nódulos tiroideos: formaciones o bultos dentro de la glándula, que pueden ser únicos o múltiples, funcionantes y no funcionantes.
También, el bocio: que es un aumento del tamaño de la tiroides, visible o no; la tiroiditis: inflamación de la glándula, que puede alterar su funcionamiento; y el cáncer de tiroides: que es crecimiento anormal de células malignas dentro de la tiroides.
Para la Dra. Yahidee Belén, entre los síntomas más frecuentes figuran cambio en el estado de ánimo, la temperatura corporal, alteración en el ciclo del sueño, pérdida inexplicable de peso o un aumento brusco del peso corporal, ritmo cardiaco acelerado o disminuido, sudoración excesiva, resequedad de piel, cabello quebradizo, estreñimiento o deposiciones frecuente, y pérdida de masa muscular y ósea.
Así mismo, informó que la alteración tiroidea más frecuente son los nódulos tiroideos, que suelen aparecer con más frecuencia en mujeres y en personas mayores, pero, aunque la mayoría son benignos, deben vigilarse; y el hipotiroidismo que es la disfunción hormonal más común, y también afecta principalmente a mujeres adultas.
“Para determinar la necesidad de pruebas de la función tiroidea en pacientes asintomáticos, se buscan los antecedentes familiares, el uso de medicamentos como litio, amiodarona, esteroides, interferón, inmunoterapias, radiación en el cuello y que la persona sea mayor de 60 años”, explicó la doctora.
Cuando hay un desajuste en la producción de hormonas tiroideas, explicó, se afecta el estado de ánimo, “y con el hipotiroidismo, se disminuye su función experimentando tristeza, fatiga, desmotivación e incluso síntomas similares a la depresión. Mientras en el hipertiroidismo hay un exceso de hormonas que puede generar ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, insomnio y una sensación constante de aceleración”.
“El diagnóstico temprano y tratamiento adecuado determinan un buen pronóstico en la gran mayoría de los casos. Las consecuencias de no tratar los trastornos de la tiroides pueden ser graves, especialmente en recién nacidos, adultos mayores y mujeres embarazadas”, concluyó.