Kyiv, Ucrania.– Un trágico accidente ha sacudido a Ucrania con la pérdida de uno de los primeros aviones F-16 de fabricación estadounidense, pocos días después de su llegada al país. El piloto Oleksiy Mes, conocido por su indicativo “Moonfish”, falleció en el incidente mientras defendía a Ucrania en lo que se describió como el “mayor ataque aéreo de la historia” de Rusia contra el país, según una fuente militar ucraniana.
Las Fuerzas de Defensa ucranianas han descartado que el accidente se deba a un error del piloto. La investigación del incidente está en curso y se espera la participación de expertos internacionales para esclarecer los hechos. La muerte de “Moonfish” representa un duro golpe para Ucrania, ya que era uno de los pocos pilotos entrenados para operar estos avanzados jets.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, confirmó recientemente que los F-16 habían sido utilizados en combate por primera vez, interceptando misiles y drones rusos. Estos cazas, que Ucrania había solicitado insistentemente desde el inicio de la invasión a gran escala, se consideran vitales para fortalecer las defensas aéreas del país.
“Moonfish”, junto con su compañero Andriy Pilshchikov, conocido como “Juice”, fueron figuras clave en la campaña de Ucrania para obtener los F-16. Ambos pilotos, jóvenes y apasionados, lideraron el esfuerzo para traer estos aviones a Ucrania, viendo en ellos una herramienta crucial para resistir la agresión rusa. Lamentablemente, ambos han perdido la vida en accidentes aéreos, dejando un vacío significativo en las fuerzas aéreas ucranianas.
La llegada de los F-16 fue el resultado de arduas negociaciones con aliados occidentales, particularmente con los Países Bajos, Dinamarca y Estados Unidos. A pesar de la formación acelerada que recibieron los pilotos ucranianos, el uso de estos aviones sigue siendo un desafío en el contexto de una guerra que continúa cobrando vidas y causando devastación.