La disfunción eréctil (impotencia) es un problema multifactorial. Entre la diversidad de factores que influyen en su desarrollo, cabe destacar el papel que juega la alimentación. Los pistachos y otros frutos secos son objeto de una intensa investigación encaminada a desentrañar los beneficios que pueden aportar.
Diversos estudios difundidos en los últimos años muestran que comer frutos secos a diario mejora la función sexual masculina. Uno de ellos es el que llevó a cabo un equipo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn) pertenecientes a la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira y Virgili (Tarragona). Los resultados se publicaron en la revista científica Nutrients.
“En conclusión, vimos que en una población en edad reproductiva (de entre 18 y 35 años) que tenía una dieta occidentalizada (pobre en verduras y frutas y rica en grasas de origen animal) si se le añadían 60 gramos de frutos secos, los parámetros de función orgásmica y deseo sexual mejoraban a las 14 semanas. Esos 60 gramos de frutos secos equivalen a dos puñados al día”, detalló a CuídatePlus Albert Salas-Huetos, investigador posdoctoral de la Unidad de Urología, Andrología y Fecundación in vitro de la Universidad de Utah (Estados Unidos).
¿Con qué frutos secos se vieron estos resultados? “Con avellanas, nueces y almendras”, puntualiza el autor de este estudio diseñado en el marco del proyecto Fertinuts, creado para evaluar los efectos del consumo habitual de frutos secos sobre la calidad del semen. En concreto, de los 83 participantes en este estudio, 43 individuos recibían el suplemento de frutos secos, que consistía en un paquete variado de 30 gramos de nueces, 15 gramos de almendras y 15 gramos de avellanas. Al comienzo y final de la intervención se recogieron muestras de sangre en ayunas y muestras de semen tras tres días de abstinencia sexual.
Otras investigaciones han analizado los efectos beneficiosos de otros frutos secos. Por ejemplo, un estudio publicado en International Journal of Impotence Research hace unos años constató la mejora de ciertos parámetros relacionados con la función eréctil en aquellos hombres que incluían los pistachos en su dieta.
El porqué de estos efectos
Salas-Huetos expone cuál es la hipótesis que podría explicar la mejora observada en la función sexual del varón mediante el consumo de frutos secos: “Nosotros apuntamos que el contenido en sí de los frutos secos puede ser el determinante de esta mejoría. De hecho, estos alimentos son ricos en arginina, un potente precursor del óxido nítrico (NO), que es el principal responsable de la vasodilatación, y, por supuesto, de la función eréctil”.
Los investigadores recuerdan que la prevalencia de disfunción eréctil y sexual se ha establecido en un 2% en hombres menores de 40 años, en alrededor de un 52% en hombres de entre 40 y 70 años y en más de un 85% en hombres mayores de 80 años. Los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida que se asocian con la disfunción sexual y eréctil incluyen el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la falta de actividad física, el estrés y las dietas que no son saludables.
También mejora la calidad del esperma
Además de hallar que el consumo diario de frutos secos mejoraba el orgasmo y el deseo sexual, en un estudio previo habían comprobado una mejoría de la calidad espermática. “Vimos que los participantes mejoraron los parámetros de vitalidad (espermatozoides vivos), movilidad total y progresiva, número total de espermatozoides y morfología (más formas normales)”, señala Salas-Huetos.
El experto en Andrología avanza que seguirán investigando en esta línea, incluso ya están mirando si el consumo de frutos secos puede alterar los niveles de metilación a nivel espermático. “De ser así, estaríamos diciendo que estos cambios pueden ser traspasados hasta a la descendencia”.
Sobre si se plantean estudiar el efecto del consumo de frutos secos en la función sexual de la mujer, el experto comenta que “de momento no tenemos ningún proyecto vigente que nos permita hacer esta investigación, pero por supuesto que es una posibilidad que dejamos abierta a la investigación futura, ya sea en el nuestro o en otros grupos de investigación”.