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No es que estemos de un lado en unas ocasiones y en el otro en las demás, la idea es lograr estar en el medio y saber cuándo irnos para uno u otro extremo

Diego A. Sosa

Altice

Los perfeccionistas ya comenzaron a estresarse solo de pensar en un punto que no sea la perfección. Los dejados ya están nerviosos al ver la opción de pensar en salir de esa vida tan tranquila que viven. Ambos tienen razón, pero no dejan de sufrir o hacer sufrir a los demás… analicemos:

El perfeccionista: Personaje en el que se pueden confiar trabajos de alta precisión. Siempre que tenga cuidado con la fecha de entrega. Este tipo de personas pone mucha atención en el resultado y no así en el tiempo. Por lo regular, revisa y modifica varias veces antes de entregar. A veces la vida no les favorece, las tareas no siempre necesitan precisión quirúrgica. Sufrir por errores o potenciales errores que no causan daño es muy estresante. No cumplir con los tiempos por temor a cometer errores es improductivo. Como jefes son muy complicados, no aceptan errores y les da mucho trabajo delegar. Las tareas que otros realizan terminan siendo revisadas con rigurosidad y son blancos fáciles para sugerencias (obligatorias) de mejoras… en muchos casos muy buenas, en otros, solo hacen perder tiempo porque no son de fondo, sino de forma. Ser perfeccionista solo en casos que el resultado sea lo importante sería mi recomendación; salirse del extremo, pudiendo así lidiar más con las tareas urgentes sin que se conviertan en un estrés que le hará daño a su salud y al equipo que le rodea.

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El dejado: Persona que tiene sus propios medios para determinar la importancia de una tarea. Errores de forma no le son representativos, como los ortográficos. ¿Lo malo? Quien recibirá el trabajo puede dar importancia a esos deslices y pasan a ser parte del fondo. Cuando jóvenes (típico del género masculino) solo ponen interés a lo que a ellos les interesa. Mi recomendación es abandonar ese extremo y colocarse más en el medio, aprender a ser también perfeccionista para cuando se requiera y seguir con la dejadez extrema cuando no importe el resultado, como al practicar un hobby individual.

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Prefiero ser, ni uno, ni lo otro, pero moverme al extremo requerido cuando se demanda. ¿Podría ajustarse a este modelo en la próxima tarea que realice?

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