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En las especies que son incapaces de producir estas sustancias, el agua puede cristalizarse dentro de las células y romperlas, provocando su muerte

Altice

Algunas ranas y las salamandras producen etanol en cantidades “nunca antes registradas en vertebrados terrestres”, según una investigación de científicos del Instituto de Citología y Genética de la Rama Siberiana de la Academia Rusa de Ciencias y del Instituto de Problemas Biológicos del Norte, que están estudiando los mecanismos de resistencia de los anfibios a la hipoxia, la deficiencia de oxígeno en las células del organismo.

Aunque la mayoría de anfibios provienen de las regiones del sur, algunos de ellos se han adaptado a la vida en el norte y son capaces de sobrevivir a temperaturas bajo cero, mientras que otros pasan el invierno en depósitos que no se congelan.

Hasta hace poco, se consideraba que los anfibios son poco resistentes a la hipoxia, pero en 2019 se descubrió que la rana siberiana ‘Rana amurensis’ sobrevive en el agua con una ausencia casi total de oxígeno hasta por seis meses y conserva la capacidad de moverse.

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Otras especies, como la rana campestre ‘Rana arvalis’ y la salamandra siberiana ‘Salamandrella keyserlingii’, permanecen en tierra en los 10 a 15 centímetros superiores del suelo y experimentan hipoxia severa cuando se congelan, debido al cese de la circulación sanguínea, que transporta el oxígeno a los tejidos, indica un comunicado de la Rama Siberiana de la Academia Rusa de Ciencias.

El problema de la congelación es que el agua puede cristalizarse dentro de las células y romperlas, provocando la muerte del animal. “La tarea del cuerpo es crear las condiciones físicas y químicas bajo las cuales se forma hielo en cantidades mínimas en el espacio extracelular”, explicó uno de los autores del estudio, el biólogo Serguéi Shejovtsov.

salamandra siberiana
Salamandrella keyserlingiiMiroslav Hlavko / Shutterstock

Así, se demostró que la rana campestre es capaz de sobrevivir a -16 °C, mientras que la salamandra siberiana puede hacerlo a -55 °C.

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El proceso de preparación inicia en otoño, cuando los anfibios siberianos acumulan glucógeno en el hígado. Se trata de un polisacárido que se descompone en glucosa y glicerol en invierno. Estos compuestos proporcionan energía a las células antes de llegar la temporada fría y luego actúan como anticongelantes.

Sumidos en agua sin oxígeno o en proceso de congelación, los animales pasan al metabolismo anaeróbico, cuyo análisis demostró la presencia en su cuerpo de compuestos producto de la síntesis de glucosa: lactato y alanina.

Cuando las ranas y salamandras se encuentran en estado de hipoxia y congelación, los científicos también encontraron etanol, 2,3-butanodiol y glicerina. La presencia de este último en el cuerpo de la rana campestre resultó inesperada: se creía que usa glucosa y urea como anticongelante.

Los resultados del estudio ayudarán a encontrar vías genéticas para la adaptación de los vertebrados a la falta de oxígeno y desarrollar nuevos métodos para la crioconservación de órganos. ctualidad.rt.com

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