Franklin Rosa
El país vive como toda la humanidad una pandemia que tendrá consecuencias económicas y sociales colosales definiéndose como el peor desastre natural de los últimos años, la curva exponencial de contagiados y de muertos comenzó a desarrollarse y será indetenible por la mala gestión de este gobierno; el colapso del débil y frágil sistema de salud es cuestión de días.
Hoy hace 29 días que aparecieron los primeros casos importados en el país y todo siguió igual, a pesar de que las noticias que llegaban de China confirmaban la virulencia y capacidad de transmisión entre humano que tiene este virus, confirmando su nombre como coronavirus COVID- 19 e identificado su secuencia genética.
Las autoridades de salud dominicana no les sorprendió la construcción urgente de dos grandes hospitales terminados en 10 días y la sorprendente cuarentana restrictiva, de verdad sin relajo, de 60 millones de personas en la ciudad de Hubei, China, eran claras las manifestaciones de que esta gran epidemia en días se transformaría en una pandemia, una gran crisis sanitaria mundial.
La incapacidad del gobierno dominicano se reflejó al no comprender la tragedia China y no elaborar a tiempo un plan sanitario de contención contra esta enfermedad.
Los chinos caracterizaron la enfermedad y determinaron que al entrar en su etapa de transmisión comunitaria su crecimiento es exponencial y tiene la capacidad de colapsar cualquier sistema de salud, pues de 100 enfermo 80 se recuperan en instalaciones de aislamientos o en su casa, 20 van al hospital y 10 necesitan respiración mecánica y de 4 a 5 mueren, en el caso de Italia muere el 7% por condiciones de vejez y de salud comprometida.
La situación de salud en el país va hacer peor que en Italia pues las autoridades tienen 29 días diciendo que están aplicando los protocolos internacionales, todo a nivel de prensa, y ninguna ejecución efectiva como comprar los kit de prueba, respiradores mecánicos e insumos necesarios para proteger a los médicos y personal de salud, ya se conocía a nivel internacional que los dos elementos críticos para una real política de contención de la pandemia eran las pruebas y los respiradores mecánicos. La prueba es muy necesaria para identificar al portador, la persona vector, para aislarlo y evitar la transmisión comunitaria, y localizar el número de sospechoso que interactuaron con él, por lo tanto la prueba debe ser masiva, rápida y gratis, un elemento adicional que contribuye a este proceso de detectar el vector portador es la toma de temperatura de manera masiva a todas las gentes posibles que andan en circulación en la calle, entrada al trabajo y durante el trabajo.
La disposición del gobierno de autorizar a dos laboratorios a hacer la prueba y ser referida por un infectólogo, o un neumólogo, y o un internista, que iba a costar 4,500 pesos y ser tomada en casa del paciente, ha sido funesta y no ha contribuido a los planes de contención del COVID-19.
Todavía hoy es un caos lograr una prueba y se sigue aplicando ese famoso protocolo con la virtud que hay que pagar por adelantado, con tarjeta de crédito vía teléfono y a veces dejan esperando al cliente en condiciones críticas.
La experiencia China y su política exitosa de contención del coronavirus nos han enseñado los siguientes aspectos.
-Que la cuarentena tiene que ser lo más estricta posible.
-Que la prueba tiene que ser generalizada y gratuita para las personas con fiebre, tos u otros síntomas.
-Que la habilitación de camas y unidades de cuidados intensivos, con sus respiradores mecánicos en el orden de 2,000 a 3,000 camas, es urgente para aislar a los enfermos.
-Que el distanciamiento social, uso de mascarilla, la toma de temperatura y la esterilización de las manos debe ser rutinaria y obligatoria en todo el país.
-Que es necesario la participación del pueblo con brigadas de voluntarios apoyando y ayudando la acción comunitaria de reparto de bienes de consumo y control de la cuarentena.
-Qué países pobres, como el nuestro, no pueden soportar tres semanas de cuarentena sin graves consecuencias sociales y los gobiernos tiene que profundizar sus políticas sociales, suministrando bienes de consumo a los sectores más vulnerables de la población.
-Que durante el tiempo de cuarentena los gobiernos tienen que prepararse para motorizar y financiar el arranque de la economía para salvar el empleo y ayudar a la economía informal para evitar lo de siempre que las crisis las paguen los pobres.