Por Miguel Ángel Cid Cid
Los santiagueros lo recordarán como parte del folklor de la ciudad. Adornaba su bicicleta con dos banderines. En el lado izquierdo del timón tenía la bandera dominicana. En el otro lado, la bandera roja con la estrella amarilla y, más abajo de la estrella, la hoz y el martillo. Era un rojo que no cogía corte.
Coherente y perseverante, muy joven se organizó en el Partido Comunista de la República Dominicana donde logró convertirse en dirigente nacional. Fue candidato a alcalde de Santiago de los Caballeros en varias ocasiones.
Promovió los valores éticos en la sociedad. Consiguió que su militancia política de la izquierda no interfiriera en su labor profesional ni en las tareas organizativas y reivindicativas de la comunidad. Organizó grupos deportivos de ciclistas y de básquetbol. Fue cofundador del Club Mambuiche de Gurabo.
Se desempeñó como periodista y locutor de noticias en Radio Éxito y en el Informativo 930 que se transmitía por Ondas del Yaque, ambas desaparecidas. Trabajó también en La Situación Mundial y en Noti-Tiempo.
Como artista representó a Jesucristo en la obra teatral “La Pasión de Cristo”. La obra se exhibía todos los años durante el Viernes Santo en la década de los 70s.
Cuando el ciclón David azotó el país en 1979, en pleno huracán, Osvaldo Nelson transmitía las noticias al instante desde una cabina improvisada en el Cuartel de Bomberos de Santiago. Fue una labor voluntaria y desinteresada cuyo objetivo era orientar a la población sobre las medidas de precaución que debían tomarse durante el desastre natural.
Una anécdota que nos ayuda a revelar su carácter es la siguiente:
Los billeteros de Santiago colocaban sus estandartes en la esquina de las calles El Sol y España, en espera de los jugadores de lotería. Mi padre era uno de esos vendedores de quinielas. Un domingo, después del mediodía, don Luis llegó a la casa como si estuviera pica’o de cacata. Los billetes se les quedaron casi todos sin vender. Nadie se atrevió a preguntarle al viejo qué le pasaba. Pero él lo desveló:
— Ese pelú del carajo hoy le dañó la venta a todo el mundo –, dijo resoplando don Luis.
Mi madre entonces le preguntó:
–¿qué pasó y quién es ese pelú?
— Ese es un político que quiere ser síndico. Hoy fue a hacer política con nosotros. Pero, ¿quién va a poner de síndico a un hombre que tiene los cabellos más largos que una mujer?
— Y la bonita es –, dijo–, que antes de irse, un billetero intruso le preguntó: ¿Qué va hacer con nosotros?
Y entonces el bárbaro se despachó diciendo:
— No aceptaré desorden en la ciudad. Ustedes serán desalojados y el que se oponga lo echamos a patadas de aquí.
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Así era Osvaldo Nelson cuando se trataba de defender su verdad.
Nació el 5 de agosto del año 1948 y falleció el pasado sábado 20. Los últimos cuatro años de vida los pasó batallando contra un cáncer de próstata. La muerte le llegó luego de una de las diálisis que le practicaban varias veces por semana. La información del deceso la ofreció el doctor Bruno Hernández, su hermano.
El Colegio Dominicano de Periodistas, seccional Santiago, comunicó que los restos mortales fueron velados en la Capilla Funeraria Inavi, avenida Enriquillo, próximo al estadio Cibao. Luego fueron trasladados a la sede local del CDP. La morada final de Osvaldo Nelson Hernández es el cementerio de la calle 30 de Marzo.
Miguel Ángel Cid
[email protected] Twitter: @miguelcid1