El pasado 16 de noviembre, un usuario de una conocida comunidad de hackers, anunció que ponía en venta los números de teléfono de 487 millones de personas. Un dato grave sabiendo lo que podrían hacer con ello piratas informáticos, pero lo peor de la noticia era de dónde habían salido supuestamente todos esos números: ni más ni menos que de la base de datos de WhatsApp.
A raíz de su post, un grupo de investigadores del portal Cybernews pidió al hacker una pequeña muestra de la base de datos para ver si estos números se correspondían con teléfonos reales. Como pudieron confirmar los investigadores, todos los teléfonos compartidos por el hacker eran de usuarios activos de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp. La compañía, sin embargo, no ha confirmado la información.
En la enorme base de datos había números hasta de un total de 84 países diferentes. Una gran parte de los afectados eran ciudadanos de Egipto (45 millones), Italia (35 millones), Estados Unidos (32 millones) Arabia Saudita (29 millones), Francia (20 millones) y Turquía (20 millones). También se filtraron casi 11 millones de números españoles.
Seguramente que muchos se pregunten para qué podrían utilizar estos números. Pues bien, como bien podréis imaginar, para ninguna cosa buena: desde casos de suplantación de identidad, pasando por campañas de phishing o otras acciones fraudulentas si caen finalmente en las manos de hackers habilidosos.
De momento no hay manera de saber qué números se han visto afectados (en caso de que la filtración sea finalmente real), aunque no se trata ni de lejos los de todos los usuarios de WhatsApp, una comunidad que engloba a casi 2000 millones de usuarios en todo el mundo.