El tramo carretero de Broadway entre las calles 173 y 185, en el sector de Washington Heights, en el Alto Manhattan donde el 90% de sus residentes son dominicanos, es una de las vías más peligrosas de los Estados Unidos para los peatones, según un estudio de Journal of Transport and Land Use.
En 18 años han fallecido 7 personas en el lugar, indica al estudio, y de acuerdo con datos del portal NYC Crash mapper, que registra los accidentes ocurridos en la Gran Manzana desde 2011 hasta la fecha, en dicho tramo han sucedido 227 accidentes, resultando heridos 48 ciclistas, 95 peatones y 132 personas a bordo de vehículos.
Durante los últimos 10 años, en el área ha habido cerca de 5 mil accidentes vehiculares con más de 6 mil heridos.
El estudio sobre estas muertes y heridos fue realizado por investigadores de Universidades de Milwaukee, Arizona y la empresa de planificación Toole Design Group.
Los autores encontraron que las muertes de peatones están “en su nivel más alto en casi tres décadas” y representan una proporción cada vez mayor del total de muertes por accidentes de tránsito.
“Para lograr la visión de un sistema de transporte futuro que produzca cero muertes, se debe mejorar la seguridad de los peatones”, escribieron.
Casi todos los “puntos calientes” identificados en el estudio son carreteras de varios carriles, la mayoría de las cuales obligan a los peatones a cruzar al menos cinco carriles de tráfico.
El concejal Ydanis Rodríguez, presidente del Comité de Transporte de la ciudad de NY, recuerda que hace apenas dos años se aprobó una legislación para promover el rediseño de las calles teniendo en cuenta la seguridad de los peatones.
“Lo que tenemos (que hacer) es que pasar a la acción, nosotros asegurarnos de que cada calle de la ciudad de Nueva York, especialmente las intersecciones, sean rediseñadas, dándole más tiempo a los peatones, a los ciclistas.
Además, creo también que la gran mayoría de las intersecciones deben de separar el tiempo de un peatón cruzar, a un chofer doblar en esos lugares”, dijo el concejal Rodríguez.
Por Ramón Mercedes