El Partido Alianza País (AlPaís) en esta ciudad solicita al congresista de origen dominicano, Adriano Espaillat, intervenir ante la línea aérea Jet Blue por las constantes desconsideraciones que a diario comete contra cientos de pasajeros quisqueyanos.
“Debe interceder ante la Administración Federal de Aviación (FAA) para que investigue y se sancione a esta línea aérea si resultan ciertas las alegaciones por parte de cientos de nuestros connacionales, que consideran abusos y negación de derechos por parte de Jet Blue, dice AlPaís.
En un documento, firmado por su coordinador general en EUA, Luis Mayobanex Rodríguez (Radhames Pérez), “precisa que las autoridades dominicanas y los llamados diputados quisqueyanos de Ultramar muy poco o nada les importan las penurias y abusos que padece nuestra comunidad”.
Añadiendo: “Esta es la razón por la cual estamos recurriendo a usted para que en el marco de la ley y de sus propias responsabilidades con sus Constituyentes y la comunidad venga en su auxilio. De ser así, usted puede tener la seguridad que contará con el acompañamiento militante de nuestra organización”, expresa el documento.
Entre las quejas más frecuentes contra Jet Blue, el partido señala: Retraso en la salida de vuelos hacia y desde RD; no brinda ninguna explicación razonable a los viajeros; en ocasiones y con actitud discriminatoria impiden el abordaje de personas que han llegado al aeropuerto con más de una hora del tiempo reglamentado por las autoridades y la propia línea aérea.
Además, ahora los representantes y administradores de esta línea aérea sin justificación ni explicación proceden a bajar de sus vuelos, como si fueran sacos de aguacates, a cualquier dominicano que se atreva a reclamar derechos que entienda que la línea aérea le está negando.
Y como si todo esto fuera poco, ahora JetBlue, American Airlines y demás líneas que cubren la ruta EE.UU./RD a los ya exorbitantes precios que cobran por los boletos aéreos están cobrando 65 dólares por cualquier bulto de mano, entre otras quejas, especifica AlPaís-NY.
Por Ramón Mercedes