Miguel Ángel Cid
La costumbre de narigonear a los países del hemisferio se gasta con el paso del tiempo. Mike Pompeo llamó al Presidente Danilo Medina para advertirle sobre la reforma constitucional para restablecer la reelección. Aunque el mandatario ignoró la afrenta y Pompeo no es haitiano los confesos “nacionalistas” se hicieron de la vista gorda.
La noticia de la fatídica llamada se hizo viral al instante. Los noticieros, programas faranduleros e incluso algunas transmisiones deportivas comentaban sobre el telefonazo del Secretario de Estado de los Estados Unidos Michael Richard “Mike” Pompeo. Los partidarios de Leonel Fernández celebraron con algarabía el “jalón” de orejas a Danilo. Los vinchistas fueron más lejos, uno de los hijos de Vincho ponderó como positiva una llamada a todas luces interventora. Se hace imperativo preguntar:
¿La cruzada de Leonel por evitar la reforma constitucional para permitir la repostulación de Danilo es en defensa del respeto a la Carta Magna o es por puro vicio?
¿A caso la Constitución que defiende a troche y moche Leonel y Los Vinchos no es la misma que define la República Dominicana como un país libre y soberano?
¿O no eran estos los mismos defensores de la sentencia 168 que convirtió en apátridas a miles de dominicanos de ascendencia haitiana disque defendiendo la nacionalidad?
El tema lo traigo porque un amigo lector me escribió perturbado por WhatsApp. “Trato de ver qué puede haber más allá de la conveniencia política y no lo entiendo. Hay quien suscribe “los principios nacionalistas”, pero se calla ante la grosera intervención de USA”, expresó José Ayala. Más adelante Ayala recalcó “Es una especie de nacionalismo conveniente, nada que ver con principios sino con oportunidad”.
La perturbación de Ayala tiene asidero toda vez que se recuerda lo iracundo que se vuelven estos “nacionalistas” si un haitiano osa reclamar que se les respeten sus derechos.
¿Se imagina usted amigo lector lo que pasaría si el primer ministro haitiano llamara al Presidente dominicano para sugerirle desistir de un proyecto de reforma?
Creo que lo más prudente es no aventurarse a hacer ese ejercicio de imaginación. Entrar en semejantes elucubraciones podría empujar a cualquier mortal a padecer daños profundos en el cerebro.
Inclusive alguien deberá recordar que un flamante expresidente de los diputados arengó la gente a que salieran a perseguir haitianos para limpiar el país. En otra ocasión los “nacionalistas” violentaron el fuero académico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD para impedir un homenaje al libertador haitiano Jean Jacques Dessalines.
El diputado presidente del hemiciclo, ahora alcalde de Santiago le dio mayores competencias al gobierno local. Del 2016 en adelante al Ayuntamiento de la ciudad Corazón le toca hacer limpieza étnica y migratoria.
De modo que si alguien se creyó que el país tiene personajes importantes que arriesgan sus vidas por defender la Constitución y la nacionalidad dominicana lamento decepcionarlos. Los “nacionalistas” de Quisqueya la bella solo se arriesgan por sus intereses personales.
Como la llamada interventora de Mike Pompeo beneficia los propósitos de Fernández para reelegirse presidente por ocho años más, la intromisión de Pompeo les provoca alegría.
Estamos pues ante un “nacionalismo” acomodaticio. Un “nacionalismo que sólo se expresa si están de por medio los haitianos.
¡Qué suerte! Que fue Michael Richard “Mike” Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos quien le ordenara al Presidente Medina dejar la Constitución tranquila. Si hubiera sido el Primer Ministro de Haití Jean-Michel Lapin, hace rato que estuviéramos matándonos en una guerra fratricida.
¡Qué alegría! la virgencita de la Altagracia les dio a los dominicanos un grupo de “nacionalistas” oportunistas y trepadores. Sí son haitianos los que osan ofender soy nacionalista. En cambio, si es el gringo Pompeo que venga mambo.
Miguel Ángel Cid
Twitter: @miguelcid1