Este viernes, el presidente ruso Vladímir Putin y el estadounidense Donald Trump se reunirán en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage (Alaska), en un esperado encuentro que podría dar pistas sobre una posible salida al conflicto en Ucrania.
La cita comenzará a las 11:00 hora local (22:00 en Moscú, 19:00 GMT) con una conversación privada entre ambos mandatarios, asistidos por traductores. Posteriormente, continuarán las negociaciones con sus delegaciones y cerrarán con un desayuno de trabajo.
Será la primera reunión entre ambos desde 2019, cuando coincidieron en la cumbre del G-20 en Osaka, Japón. Putin no visitaba EE.UU. desde 2015, cuando asistió a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, y su último encuentro con un presidente estadounidense fue en 2021, en Suiza, con Joe Biden.
El enviado especial ruso Kiril Dmítriev aseguró que la reunión podría “reiniciar” las relaciones bilaterales y destacó la importancia de escuchar directamente la postura de Moscú. El portavoz presidencial Dmitri Peskov confirmó que el tema central será el conflicto en Ucrania, calificándolo de “complejo y multifacético”.
Trump señaló que la cita será importante para ambos países y adelantó que planea un segundo encuentro con Putin, al que podría invitar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski y a líderes europeos. Reconoció que la crisis ucraniana ha resultado “más difícil” de lo que imaginaba.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que Trump no busca imponer nuevas sanciones a Rusia y que su prioridad es la diplomacia para poner fin a la guerra.
La reunión se desarrollará con un formato “cinco por cinco” en cada delegación. Por parte de Rusia estarán, además de Putin, los ministros de Exteriores, Defensa y Finanzas, el asesor presidencial Yuri Ushakov y el propio Dmítriev. La delegación estadounidense estará encabezada por Trump y altos miembros de su gabinete.
La elección de Alaska tiene un fuerte simbolismo histórico: perteneció a Rusia hasta 1867 y, en el estrecho de Bering, ambos países están separados por apenas 86 kilómetros. Anchorage, en particular, alberga tumbas de pilotos y militares soviéticos y estadounidenses que colaboraron durante la Segunda Guerra Mundial.
En vísperas de la cumbre, Moscú denunció un incremento de ataques ucranianos contra zonas civiles y de infraestructura, incluidos bombardeos en Rostov del Don y Jersón, así como ataques contra la central nuclear de Zaporozhie.
Zelenski calificó la reunión como una “victoria personal” para Putin y advirtió que podría no reconocer sus resultados. Ucrania y algunos países de la Unión Europea expresaron en privado su preocupación de que Trump acepte propuestas rusas sin tomar en cuenta su postura. La alta representante europea Kaja Kallas insistió en que cualquier acuerdo debe incluir a Ucrania y a Europa.