Santo Domingo, RD. (EFE).- El cuerpo del segundo buzo italiano desaparecido el 9 de febrero pasado en la cueva sumergida El Dudú del municipio dominicano de Cabrera, en la provincia de María Trinidad Sánchez (noreste), fue recuperado la tarde de este martes por el personal de rescate que trabaja en la zona.
El cuerpo fue recuperado pasadas las 14.00 hora local (18.00 GMT), unas 24 horas después de que los equipos de rescate lograsen sacar de la cueva el cadáver del otro desaparecido, identificado como Carlos Barbieri, informó a Efe el subdirector del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Edwin Olivares.
Una vez recuperado el cuerpo del primero de los buzos, que residía en la República Dominicana, las tareas de búsqueda quedaron suspendidas hasta las 11.00 hora local (15.00 GMT), para localizar el cuerpo del ciudadano Carlos Basso, aunque las autoridades no confirmaron oficialmente la identidad.
Miembros del COE y de la Dominican Republic Speleological Society (DRSS) participaron desde el primer momento en la búsqueda, a la que luego se sumaron efectivos de la Armada Dominicana (ARD), del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y de la Unidad de Salvamento Acuático de la Defensa Civil, así como varios buzos estadounidenses expertos en espeleología acuática.
Los italianos fueron vistos por última vez cerca del mediodía del 9 de febrero pasado adentrándose en las aguas de la cueva, cuya profundidad máxima es de 27 metros y tiene 800 metros de extensión.
Las tareas de rescate de los cuerpos se han prolongado durante tanto tiempo (más de dos semanas) debido a la dificultad de acceso a la zona donde se encontraban, de gran estrechez y escasa visibilidad, causada por la turbiedad del agua.
De hecho, el 12 de febrero, tres días después de la desaparición, los efectivos de rescate localizaron el primer cuerpo, pero no fue posible sacarlo a la superficie debido a las condiciones del entorno, y en diversas ocasiones fue necesario suspender la búsqueda por motivos de seguridad.
Para acceder a la cueva, los extranjeros alquilaron equipos de buceo en un establecimiento local, algo que solo está permitido a quienes cuentan con una licencia de buceo, tal y como dispone la normativa internacional.
Los buzos de cuevas requieren de conocimientos y equipos específicos para hacer este tipo de inmersión, porque una cueva sumergida es una zona oscura y techada, que generalmente se encuentra a más de 60 metros desde la entrada.
Un letrero en la entrada de El Dudú advierte de la peligrosidad de aventurarse en este tipo de cuevas submarinas y del debido entrenamiento que debe poseer quien pase los límites de seguridad.
Se diferencia de una caverna en que en estas últimas, existe un alcance de luz exterior y puede ser buceada por submarinistas de aguas abiertas, siempre y cuando el recorrido no sobrepase los 60 metros desde la entrada.