Por Juan T H
Dice el cantautor Silvio Rodríguez en una canción que saber no puede ser lujo. Y es verdad, “yo vine para preguntar, flor y reflujo como el escaramujo, saber no puede ser lujo”. “Si saber no es un derecho, seguro será un Izquierdo”.
Como yo vine para preguntar, me gustaría saber, ¿porque alguien quiere ser presidente de la República Dominicana, un país tan difícil, con tantos problemas económicos, políticos y sociales?
Muchos de los que aspiran a dirigir el país no tienen formación cultural, no estudian, no leen, no conocen siquiera la geografía nacional en todos sus puntos cardinales, ni conocen la idiosincrasia del pueblo que pretenden dirigir.
Juan Bosch, fue un profesor de la política y de la vida, un literato, autor de novelas y cuentos memorables, escritor, que debemos reconocerle sus méritos como escritor, historiador, conocedor de la historia de su país y del mundo. Muchos de sus libros aún conservan su frescura y su genio; un hombre que estudió a fondo la naturaleza humana, un autodidacta que se leyó los clásicos de la literatura, del marxismo-leninismo, etc. ¡Un intelectual acabado, con el que se podía estar de acuerdo o en desacuerdo, pero sin dejar de reconocer su capacidad!
Joaquín Balaguer no fue presidente de la República por azar. El hombre estaba preparado culturalmente. Tenía la cabeza bien “amueblada”. Conocía la idiosincrasia de su pueblo. Usó sus conocimientos para gobernar la nación como quiso. Su paso por el poder deja muchas criticas por ser el más conspicuos de los servidores del dictador Rafael L Trujillo, al que le sirvió hasta su muerte. Luego encabezó uno de los regímenes más sangrientos y despiadados del país durante 12 tormentosos años. Balaguer era, sin embargo, un conocedor de la historia de su país.
José Francisco Peña Gómez fue, tal vez, el dominicano que, a pesar de sus orígenes, de su pobreza ancestral alcanzó el más alto nivel político y cultural. Fue el más grande líder de masas del país, reuniendo a cientos de miles de hombres y mujeres gracias a sus condiciones como orador extraordinario, con estudios realizados en prestigiosas universidades como la Sorbona de París, entre otras, poliglota, en fin, “un astro con luz propia”. Un conductor de masas.
La presidencia de la República no es cosa de muchachos inexpertos, sin condiciones; es algo muy serio porque es mucho lo que está en juego. En este país desde que una persona aparece en los medios de comunicación y tiene un cargo en el gobierno se le van los humos a la cabeza, por no decir otra cosa, y lanza un proyecto presidencial con el dinero del pueblo y la nómina del Estado.
Me pregunto, ¿tienen los aspirantes a la presidencia de la República dentro del Partido Revolucionario Moderno y de los demás partidos las mismas o parecidas condiciones de los tres líderes citados más arriba? Ni siquiera Leonel Fernández, que es un “hombre leído”, como dijera el doctor Balaguer, tiene esas calidades.
La mayoría de los dirigentes políticos actuales no estudian, no leen, no conocen el país, ni su historia.
Algunos creen que el dinero los catapultará a la presidencia. Y no es verdad. Si el dinero hiciera presidentes, Pepín Corripio, Manuel Estrella, Felipe Vicini o Juan Vicini, González Cuadra, entre otros de los dueños económicos del país, fueran los presidentes. El dinero puede ayudar, sobre todo en estos tiempos, pero no es determinante.
Es cierto que todos los ciudadanos tienen derecho a elegir y ser elegible, pero no de manera absoluta. Lamento que el voto de un analfabeto y el de un letrado tenga el mismo valor en las urnas. Pero bueno, ese es otro tema donde entra en juego el sistema democrático.
Me gustaría saber, usted, si usted mismo, ¿qué piensa sobre el problema haitiano? ¿qué opinión le merece el muro fronterizo, que haría con las provincias fronterizas cada vez más empobrecidas y despobladas? ¿qué piensa hacer con la pobreza, con la inequidad social, con la evasión fiscal, la informalidad económica y empresarial, con educación y la salud? ¿Tiene usted un plan, un programa que abarque todos esos temas, y otros que son cruciales para el desarrollo nacional?
Me gustaría escuchar un debate entre todos los “presidenciables”. Escuchar sus propuestas o leerlas en un programa. Me temo, amigos, que hay muchos “bluff” en los partidos, análogos en un mundo digital con Inteligencia Artificial amenazando el protagonismo de la humanidad, con aspiraciones que van mucho más allá de sus capacidades políticas y culturales.
¿Ustedes que piensan?
Me gustaría saber, porque saber no puede ser patrimonio de unos cuantos, como dice Silvio Rodríguez.