El presidente de la Federación de Taxistas del Estado de Nueva York, Antonio Cabrera (Tuly), calificó como discriminación total los préstamos de cientos de miles de dólares que la ciudad y la Comisión de Taxis y Limosinas darán a los choferes de taxis amarillos (con medallón) excluyendo a la industria livery.
Cabrera, quien es también el CEO de la reconocida base High Class en El Bronx con cientos de taxistas afiliados, señaló que la industria del taxi no solo está compuesta por los taxis amarillos, sino también por los livery, black cars y verdes.
“No incluir a los taxis de esta industria es completamente discriminatorio”, recalcó Cabrera.
“Entendemos que la situación que han estado atravesando los taxis amarillos es muy dificultosa por la reducción de los pr4ecios de sus medallones que de 1 millón de dólares no llega ahora a los 200 mil, es una deuda muy grande la que tienen”, explicó.
“Honestamente, hay que hacer un análisis muy cuidadoso porque la industria livery, black cars y verdes, ha incrementado los accionistas y los servicios, y por eso debe tomarse en cuenta esa parte y ser un poquito consecuente con ellos”, agregó Cabrera.
Dijo que hay taxistas a los que les prestaron hasta más de 1 millón de dólares por la plusvalía y el valor que tenían los medallones, pero desde hace algunos años, ese valor se depreció cayendo al piso totalmente, es una situación muy difícil.
Informó que aunque a los taxistas amarillos se les condonaron las deudas y se les redujeron los intereses de los préstamos.
“Pero darles nuevamente otras ayudas sin tomar en cuenta a las demás industrias, se puede interpretar como discriminatorio, aunque a los taxistas liveries y Uber se les dieron préstamos que fueron condonados”, señaló en referencia a la ayudas pandémica durante COVID-19.
Otra de las desventajas para los liveries es que sus licencias no se pueden poner a la venta ni transferirse, según las regulaciones de la TLC, recordó Cabrera.
“Los dueños de los medallones casi nunca estaban manejando sus carros sino que los rentaban hasta por 500 dólares diarios. Es un negocio individual”, reveló.
“Creo que lo que están haciendo con los taxis amarillos es para salvar esa industria, porque es un emblema del transporte urbano en las grandes ciudades como Nueva York, aunque Uber les permite que tomen llamadas”, añadió Cabrera.
Los préstamos anunciados por el alcalde Eric Adams para los taxistas amarillos oscilarán entre $200 mil a $170 mil dólares y los 30 mil restantes como una subvención de la ciudad, que se podrá utilizar como un pago inicial o entrada, y el resto lo pagarán a una tasa de interés del 7,3 % en 25 años.
Cabrera explicó que a los taxistas liveries durante la pandemia, se les prestaron cerca de casi $100 mil dólares, préstamos que fueron condonados (impagables) por lo que no tuvieron que devolver un solo centavo.
La alcaldía y la TLC dijeron que en Nueva York hay actualmente más de 3 mil dueños de taxis amarillos y los préstamos aliviarán un poco sus deudas.
Los conductores de esos taxis esperan que también se acuerde que ellos les paguen menos a los propietarios de los amarillos por la renta.
Cabrera dijo que los taxis amarillos son tan emblemáticos en Nueva York que una gran de los visitantes a la ciudad, venían especialmente a disfrutar sus viajes internos en esos vehículos.
Indicó que por ello, la ciudad trata de que no desaparezcan.
Pero advirtió que tampoco puede desaparecer la industria livery ya que los amarillos no recogen pasajeros en los barrios pobres sino en el centro de la ciudad, aeropuertos, hoteles y otras áreas turísticas.
“La industria livery solamente está amenazada con desaparecer porque la TLC no nos está dando más placas de taxis después que estableció una cantidad límite, pero no porque sus choferes no estén haciendo dinero”, sostuvo Cabrera.
Agregó que los taxistas liveries están ganando más dinero que nunca.
Dijo que ya nadie quiere usar el servicios de los taxis amarillos por una serie de factores entre los que figuran la falta de modernización y atractivos.
Por Miguel Cruz Tejada