¿Por qué no se puede bombardear un huracán? La respuesta de NOAA a una idea recurrente
En la constante búsqueda humana por controlar la naturaleza, el clima sigue siendo un desafío inalcanzable. ¿Por qué no podemos hacer llover a voluntad? ¿Por qué es imposible detener terremotos o frenar huracanes? Esta última pregunta ha generado cientos de dudas y propuestas, algunas tan polémicas como la sugerencia -atribuida al expresidente Donald Trump– de arrojar una bomba nuclear en el ojo de un huracán para desviarlo o detenerlo. Aunque el propio Trump ha negado haber planteado esta idea, la interrogante persiste.
La pregunta que NOAA recibe una y otra vez
Dennis Feltgen, oficial de asuntos públicos del Centro Nacional de Huracanes (NOAA), revela que cada temporada recibe entre 30 y 40 correos electrónicos de ciudadanos preocupados que sugieren usar armas nucleares para combatir huracanes.
La respuesta oficial es clara y contundente: no funciona. Según NOAA, estas propuestas no consideran la inmensidad y el poder de los ciclones tropicales, cuya energía es “inmensa en términos de experiencia humana”.
“Aunque algunas sugerencias están bien razonadas, todas comparten una misma falla: subestiman la magnitud y fuerza de los huracanes”, explica la agencia en un comunicado a CNN.
¿Por qué arrojar bombas nucleares no detendría un huracán?
NOAA mantiene una sección completa de preguntas frecuentes sobre huracanes y ciclones nucleares, donde detalla por qué bombardear una tormenta no solo sería ineficaz, sino también peligroso.
La agencia advierte que la lluvia radiactiva liberada por una explosión nuclear se desplazaría rápidamente con los vientos alisios, contaminando áreas terrestres y causando graves daños ambientales. “No hace falta decir que no es una buena idea”, concluyen.
Entonces, ¿por qué persiste esta creencia popular? Feltgen sugiere que el imaginario colectivo asocia la energía nuclear con un poder destructor absoluto. “Muchos recuerdan los ejercicios nucleares de la Guerra Fría, donde se escondían debajo de escritorios o en iglesias. Esa memoria de destrucción lleva a pensar que la energía nuclear puede destruir cualquier cosa, incluso un huracán”, explica.
Métodos alternativos para intentar modificar huracanes
La idea de usar bombas nucleares no es la única propuesta para controlar tormentas. NOAA ha documentado diversas técnicas que la gente ha sugerido para debilitar huracanes, como sembrar nubes con yoduro de plata o partículas hidroscópicas, colocar materiales en la superficie oceánica para reducir la evaporación, enfriar el agua con icebergs, o incluso aprovechar la energía de la tormenta para usos humanos.
En palabras de Neal Dorst, investigador de NOAA: “Si alguien puede encontrar una forma de aprovechar esa energía, sería un gran avance, con beneficios económicos y ambientales para las comunidades costeras”.
Este abanico de propuestas refleja la preocupación y creatividad de la sociedad, aunque muchas carecen del respaldo científico necesario.
El Proyecto Stormfury: un experimento fallido para controlar huracanes
Hubo una época en que la comunidad científica se embarcó en intentos serios por modificar huracanes. Entre 1962 y 1983, el gobierno de EE. UU. impulsó el Proyecto Stormfury, cuyo objetivo era debilitar tormentas tropicales sembrándolas con yoduro de plata.
El método consistía en arrojar contenedores con el compuesto químico cerca del ojo del huracán, esperando que la reacción congelara el agua en la tormenta y alterara su formación.
Al principio, el proyecto pareció tener éxito, con algunos huracanes que parecían perder fuerza tras la intervención. Sin embargo, con el tiempo se comprobó que no existía una relación causal entre la siembra y el debilitamiento, y que los resultados positivos eran producto de un sesgo de confirmación.
Los huracanes siguen siendo fenómenos naturales que evolucionan según sus propias leyes, independientemente de estos intentos humanos.
Como dice el refrán, “nunca se sabe si no lo intentas”, pero hoy sabemos que bombardear un huracán no es ni viable ni seguro.
Artículo publicado originalmente en CNN Español.

