Da igual el país donde acudas a mirar las estadísticas de muerte por Covid-19, en todas hay más hombres fallecidos que mujeres. ¿A qué se debe esta tendencia? ¿Tienen los hombres algún tipo de gen o comportamiento distinto que sea más susceptible a la enfermedad?
Sobre este tema ha hablado la experta genetista Jenny Graves, de La Trobe University, en un artículo para The Conversation. Como indica Graves, hay varias claves sobre las muertes a la vista de todo el mundo.
La primera es la edad de las personas que están muriendo, aunque esto no puede explicar el sesgo sexual visto a nivel mundial en cuanto a letalidad. Otro factor importante en las muertes por Covid-19 es la presencia de enfermedades crónicas, particularmente enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. En esta caso sí, son más comunes en hombres que en mujeres, lo que podría explicar en parte las estadísticas y nos llevaría a una segunda pregunta: ¿por qué los hombres son más vulnerables a las enfermedades que los ponen en mayor riesgo con el coronavirus?
Graves recuerda en primer lugar que el hombre y la mujer son animales biológicamente diferentes, y esto significa que difieren en sus cromosomas sexuales y en los genes que se encuentran en ellos. Las mujeres tienen dos copias de un cromosoma de tamaño mediano (llamado X). Los hombres tienen un solo cromosoma X y un pequeño cromosoma Y que contiene pocos genes. Según la genetista:
Uno de estos genes Y (SRY) dirige al embrión a convertirse en macho iniciando el desarrollo de los testículos en un embrión XY. Los testículos producen hormonas masculinas y las hormonas hacen que el bebé se desarrolle como un niño. En ausencia de SRY se forma un ovario y produce hormonas femeninas. Son las hormonas las que controlan la mayoría de las diferencias visibles obvias entre hombres y mujeres (genitales y senos, cabello y tipo de cuerpo) y tienen una gran influencia en el comportamiento.
Esta explicación básica de las diferencias biológicas entre hombre y mujer es el preámbulo de la experta para recordar que “el cromosoma Y contiene casi ningún gen que no sea SRY, pero está lleno de secuencias repetitivas (“ADN basura”)”.
Aunque no deja de ser una hipótesis, Graves cuenta que, quizás, una “Y tóxica” podría perder su regulación durante el envejecimiento. De ser así, esto podría acelerar el envejecimiento en los hombres y hacerlos más susceptibles al virus.
No solo eso. Para el hombre hay otro problema: las hormonas masculinas desatadas por la acción de SRY. Cuenta la experta que los niveles de testosterona están implicados en muchas enfermedades, particularmente enfermedades del corazón, y pueden afectar la esperanza de vida. Además, el hombre también está en desventaja por sus bajos niveles de estrógeno, los cuales protegen a las mujeres de muchas enfermedades (incluidas las enfermedades del corazón).
Por otra parte, las hormonas masculinas también influyen en el comportamiento. “Los niveles de testosterona se han acreditado con grandes diferencias entre hombres y mujeres en conductas de riesgo como fumar y beber demasiado alcohol, así como renuencia a prestar atención a los consejos de salud y buscar ayuda médica”, dice Graves.
También apunta como otra más que posible causa al número de cromosomas X. Este tiene más de 1.000 genes con funciones en todo tipo de cosas, incluido el metabolismo, la coagulación de la sangre y el desarrollo del cerebro. Graves lo explica así:
La presencia de dos cromosomas X en mujeres XX proporciona un amortiguador si un gen en una X está mutado. Los hombres XY carecen de esta copia de seguridad del cromosoma X. Es por eso que los niños sufren de muchas enfermedades relacionadas con el sexo, como la hemofilia (mala coagulación de la sangre). El número de cromosomas X también tiene grandes efectos en muchos caracteres metabólicos que son separables de los efectos de las hormonas sexuales, como revelan los estudios en ratones.
Al parecer, las mujeres no solo tienen una dosis doble de muchos genes X, sino que también pueden tener el beneficio de dos versiones diferentes de cada gen. Este efecto X puede explicar por qué los hombres mueren a una tasa más alta que las mujeres a todas las edades desde el nacimiento.
El siguiente problema del hombre tiene que ver con el sistema inmune. Y es que se sabe desde hace tiempo que las mujeres tienen un sistema inmunitario más fuerte que los hombres. Esto hace que las mujeres sean más susceptibles a enfermedades autoinmunes como el lupus y la esclerosis múltiple, pero en cambio, les da una ventaja en cuanto a la susceptibilidad a los virus, como lo demuestran muchos estudios en ratones y humanos. Esto ayuda a explicar por qué los hombres son más susceptibles a muchos virus, incluidos el SARS y el MERS.
Graves cuenta también que hay al menos 60 genes de respuesta inmune en el cromosoma X, y parece que una dosis más alta y tener dos versiones diferentes de estos les da a las mujeres un espectro más amplio de defensas.
En cualquier caso, y como expone en su conclusión la experta, “el sesgo sexual en las muertes por COVID-19 es parte de una imagen mucho más grande, y una imagen mucho más antigua, de las diferencias sexuales en genes, cromosomas y hormonas que conducen a respuestas muy diferentes a todo tipo de enfermedades, incluido COVID-19”, zanja.