Nelson Gutiérrez
¿Por qué defender un amigo? De Nelson Gutiérrez al Mayor General Ney Aldrin de Js. Bautista Almonte, Director General de la Policía Nacional
No defiendo a Ney porque es mi amigo y los amigos hay que defenderlos, sean buenos o sean malos; no lo defiendo porque escuché desde niño que si un amigo mata a una persona, hay que trancar al muerto.
No defiendo a Ney porque tenemos muchos años conociéndonos y tratándonos con respeto, cariño y admiración mutua; tampoco lo defiendo porque hoy es el jefe de la Policía Nacional, ni porque hay que celebrarle hasta los chistes al director general de la Policía Nacional.
No salgo a la defensa de Ney porque un senador quiere que el presidente de la República le designe su general preferido como director general de la Policía Nacional.
No defiendo a Ney porque él está 24 horas del día, siete días a la semana y, los días que tenga el mes, y sin dormir, para atender los reclamos de la ciudadanía y también los reclamos de los miembros de la Policía Nacional que no tenían un director que velara fielmente por ellos.
No defenderé jamás a Ney por prebendas; no las necesito.
No lo defiendo porque él haya dicho en innúmeras ocasiones de forma pública, que es mi amigo.
No defiendo a Ney porque sin decirme que va a visitarme, se aparece en las instalaciones de la Escuelas de Derechos Humanos y de Comunicación Social del Consejo Nacional de los Derechos Humanos, Conadehu, Inc., y del Colegio Dominicano de Locutores, Inc., instituciones que tengo a bien dirigir.
No defiendo a Ney por miles de motivos que podría enumerar;
defiendo y defenderé al hoy Mayor General y Director General de la Policia Nacional Ing. Ney Aldrin de Jesús Bautista Almonte, por ser un ser humano excepcional, un policía serio, humilde, capaz de reconocer si tiene o no la razón, de dialogar con sus amigos, con quienes le adversan; con la ciudadanía en sentido general; con los de abajo y los de arriba, con los rasos y con los oficiales superiores.
El ha dirigido diferentes direcciones de importancias en la institución y le ha dado prestigio a cada una de ellas.
Ney es el atípico servidor público que no duerme, esperando que los demás disfruten de un sueño placentero; no es ladrón, no es corrupto; es un joven en el cual el Estado invirtió en su preparación y, él ha sabido responder.
Es de muy buena familia, sus padres supieron darle muy buena crianza aún siendo pobres en lo económico, pero muy rico en la parte espiritual, humana y de honradez personal. Ney es amigo del amigo, y caballero ante los adversarios ocultos dentro y fuera de la institución del orden.
Desde nuestra posición como Director Ejecutivo Nacional del Consejo Nacional de los Derechos Humanos, Conadehu, Inc., me ha tocado denunciar acciones delictuosas de miembros de la Policía Nacional y, Ney ni como investigador estando abajo, menos ahora como director general de la institución ha intervenido.
Hoy nos encontramos con algunos ataques directos a su persona, ataques inmerecidos y que esperamos que el señor presidente que es un ser humano excepcional, que conoce las estrategias que se utilizan en contra de hombres como él y como Ney; un hombre de talla grande y especial que es, no escuche; ya que la idea de todos los dominicanos debería ser la de ver a la Policía Nacional como la institución que permite que nosotros como ciudadanos podamos dormir tranquilos, sabiendo que ellos nos cuidan, como es la voluntad del señor presidente y el accionar diario, 24 horas al día, del actual director de la Policía Nacional.
La Policía Nacional es una institución honorable; que real y efectivamente hay algunos que no son buenos, si, es cierto, pero son los menos, se podría decir que el 1 %, los demás llevan el uniforme con orgullo.
¡Adelante, mi amigo Ney, la Policía Nacional y la población dominicana confían en usted, un abrazo fraternal!