Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ La popularidad del alcalde de la ciudad, Eric Adams, cayó ayer jueves al 37% de aceptación en rechazo a la incontrolable ola de criminalidad y su mal manejo de la situación de los migrantes en busca de asilo.
El sondeo, realizado por la Universidad Quinnipiac que se mantiene con un alto nivel de credibilidad y confianza en sus encuestas, también muestra que el 63% de los neoyorquinos quiere que el alcalde saque a los migrantes de la ciudad y los mande a otros lugares del estado.
La encuesta se publica a horas de que cesaran los enfrentamientos entre migrantes que se rebelaron en el hotel donde se hospedan y docenas de policías que los sacaron a la fuerza.
La mayoría de los encuestados exigen a los migrantes a esperar sus trámites fuera del área metropolitana de la ciudad, especialmente luego de que hace días, cuatro de ellos, venezolanos, fueron arrestados y acusados de cometer atracos en un suburbio de Long Island.
Adams, que fue electo con enormes expectativas lleva 13 meses en el cargo sin poder cumplir sus promesas de reducir el crimen y la inseguridad en los trenes del sistema de transporte público más grande de Estados Unidos, ni mejorar la economía, dos de sus ofertas electorales cruciales que lo ayudaron a ganar la alcaldía frente al republicano Curtis Sliwa, líder de Los Ángeles Guardianes.
Un 31% dijo creer que en la ciudad hay espacios para los migrantes aunque esta semana, el alcalde advirtió que no califican para estar en refugios.
El propio alcalde ha propuesto sacar a los migrantes de la ciudad obteniendo el 65% contra un 26% de aprobación.
El flujo de los miles de migrantes enviados por el gobernador de Texas a la ciudad, comenzó la primavera de 2022, llegando en autobuses 43,200 indocumentados, 28,200 de ellos ubicados en 86 refugios de emergencia y centros de procesamiento pagados por la ciudad.
La protesta de los migrantes se produjo cuando el alcalde decidió desalojarlos del hotel en Manhattan para reubicarlos en un campamento en Brooklyn.
Un 43% desaprueba el trabajo de Adams y el 20% se abstuvo de opinar.
En mayo 2022 otra encuesta le dio al alcalde el 43% de aceptación y 37% de rechazo, números que se han invertido con el sondeo reciente de la universidad.
Adams, quien en su campaña electoral se aferraba eufórico a los sondeos que lo favorecían contra sus rivales, minimizó la encuesta de Quinnipiac diciendo que “las encuestas suben y bajan, suben y bajan. Simplemente haremos lo que hacemos, y eso es producir para los neoyorquinos”. Pero admitió que todavía no había visto el sondeo.
Las principales bases de apoyo electoral a Adams estuvieron en Brooklyn, condado del que presidente y en El Bronx.
La encuesta hecha entre el 26 y 30 de enero a 1,300 votantes inscritos revela es el problema más importante en los cinco condados de la ciudad.
El 59% de los encuestados en El Bronx dicen que es su mayor preocupación es la inseguridad, con el 47% en Staten Island y 42% en Queens coincidiendo con los porcentajes.
Como segundo problema principal para los encuestados, es la falta de viviendas asequibles, otras de las promesas fallidas de Adams a los neoyorquinos más pobres.
Uno de los argumentos de Adams el candidato para convencer a los electores en su campaña fue el de que estaba en capacidad de enfrentar exitosamente el crimen como un ex capitán de la policía.
“Un alcalde de la ley y el orden se enfrenta a un frío invierno de descontento, ya que el crimen eclipsa con creces todas las preocupaciones de los demás votantes”, expuso Tim Malloy, analista de sondeos de la universidad situadas en Connecticut.
Según conoció este reportero a muchos migrantes dominicanos peticionarios de asilo se les ha dado citas en inmigración para 2026, 2027 y 2028 mientras la agencia federal ya tenía un atraso de 180,000 solicitudes en diferentes categorías previo a la llegada de los migrantes a Nueva York.
Una madre colombiana y un venezolano murieron septiembre y diciembre en refugios de la ciudad.
La semana pasada el alcalde declaró a Nueva York en estado de emergencia por la crisis creada por los migrantes, diciendo que la situación está quemando el presupuesto del municipio.
Viajó a Washington DC a comienzos de enero de este año y a la frontera en El Paso (Texas) para criticar con dureza la policía migratoria del presidente Joe Biden.
“No hay más espacio… pero las leyes locales nos obligan aquí a proporcionar refugio y seguir avanzando en la dirección correcta, esto ha impactado la calidad de vida en Nueva York“, sostuvo el alcalde en ese entonces.
También publicó un artículo de opinión en el periódico The Washington Post a mediados de enero solicitándole a Biden que cerrara las fronteras y sugiriendo descomprimir los protocolos para los aspirantes a un estatus como refugiados con asilo.