Grandes Ligas ya dibuja un panorama de sumo cuidado para la pelota otoño-invernal del Caribe y Pacífico mexicano. Por eso aprobó una extensión de un año del acuerdo de trabajo que había expirado y mandó a las ligas un protocolo a aplicarse en los torneos, con la advertencia de que a quien no cumpla le retirarán a los jugadores bajo contrato.
Cada pelotero, entrenador o personal de los equipos, tendrá que presentar cada día una temperatura por debajo de los 39 grados Celsius. Si muestra síntomas de COVID-19 no podrá participar y notificarse a la MLB dentro de 24 horas.
El personal deberá utilizar mascarillas, incluso en los dugouts, aunque de momento no se contempla exigir a los peloteros el uso en juego de tapa bocas. Los árbitros sí requerirán de mascarillas.
Se pide que la utilería (guantes, bates, cascos, equipos de cátcher) sea utilizada por solo una persona y en caso de más de uno que sean desinfectados entre usos.
A los jugadores y coaches se les exige que se laven las manos cada media entrada, así como después de tocar herramientas como protectores bucales. Las pelotas tendrán que ser desinfectadas para ser reutilizadas, así sea después de un rodado.
La MLB prohíbe para el invierno el uso de termos de agua o bebidas hidratantes y en su lugar sugiere que se apele a botellas individuales.
Con énfasis en practicar el distanciamiento físico dentro y fuera del terreno, pide que en caso de haber discusiones o aclaración en el home plate se mantenga una distancia de seis pies y que asista solo un coach.
De ahí que recomienda la eliminación de intercambio de alineaciones, que se habilite espacio para que en los dugouts haya el menor número de personas y hasta evitar tocar la cara para los jugadores y coaches hacer señas de estrategia. Incluso, sugiere evitar los saludos.
La MLB pide a los equipos garantizar transporte privado a los jugadores desde su casa hasta el estadio, y les sugiere evitar sistemas como autobuses, metro u otro medio público.
En los autos de los equipos también exige que haya distanciamiento para los viajes fuera de casa. Pide que las compañías que suministran transporte reúnan los estándares de la CDC y que haya asientos vacíos entre pasajeros.