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Quien dijo que a partir de los 40 años ya no se podía presumir de curvas, se equivocaba. Y la supermodelo es la mejor prueba de ello

Altice

Marina Vázquez

A cierta edad, parece que los posados, en concreto los naked, están prohibidos. Tendemos a pensar que en cuanto la vela número 40 o, incluso, la 50 toca la tarta, el cuerpo cambia de manera considerable. Nada más ajeno a la realidad. Por soplar más o menos velas, no van a aparecernos, de repente, las conocidas alas de murciélago, el pecho no va a perder su firmeza y, por supuesto, nuestras líneas de expresión no van a adoptar una profundidad similar a la del gran cañón.

Y, de hecho, ha sido la propia supermodelo Paulina Porizkova la encargada de demostrar esta realidad. ¿Cómo? Pues de la mejor manera posible, compartiendo una instantánea suya en topless con un mensaje de lo más motivador:“No tengo nada que ocultar”.

A sus 57 años, la artista no solo ha desafiado la ya conocida y más que comentada censura en la red social sino que, además, ha dejado más que claro que la sensualidad y el buen físico -pese a lo que muchos y muchas creen- no está atado a la edad.

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Paulina Porizkova eljacaguero
Paulina Porizkova presume de curvas en toplesspaulinaporizkov/instagram

El reinvindicativo posado de Paulina Porizkova
Posando exclusivamente con una braga negra, responsable de que todas las miradas recaigan sobre su vientre tonificado, Porizkova se tapaba el pecho con los brazos (ya sabemos cómo los pezones femeninos no son bien recibidos en la red social por ser “inapropiados”) matizando, en el propio texto que saludaba al nuevo año desnuda porque: “no tengo nada que ocultar”.

Curiosamente, pese a que la modelo alcanzó la popularidad en su trayectoria profesional en la década de los 80, no ha sido hasta ahora cuando se ha visto capaz de posar así. Libre de filtros o retoques. Porque sí, la modelo que muchas siguieron, aclamaron y admiraron también tenía reparos o inseguridades con su físico.

“Finalmente, me siento cómoda en mi propia piel”, seguía en la publicación Paulina, “las experiencias y la sabiduría de estos años me la han aportado. Es lo que me mantiene erguida y orgullosa, incluso cuando estoy desnuda”.

Un mensaje que, además, de llenarse de comentarios y likes de sus compañeras y seguidoras busca enseñarnos que, a veces, hay que desoír “el que dirán” o desdibujar las clásicas medidas que, con el transcurso de los años, no cesamos de modificar al grito de la nuevas tendencias. Y que, además, promueve la iniciativa de la naturalidad que lleva defendiendo desde hace años compartiendo fotos suyas, por ejemplo, en bikini.

Más allá de un posado

La supermodelo no solo comenzaba el año compartiendo un posado en topless suyo sino que, además, comenzaba esta forma de “desnudarse” con otra instantánea de lo más natural. Un foto de su rostro, alejado de perspectivas favorables o innumerables filtros (alias, retoquillos), de lo más natural. “Primera mañana de 2023, sin retocar, sin filtros y con una leve resaca”, comenzaba la publicación con cierto humor.

Un tipo de publicaciones que, como matizábamos, lleva compartiendo desde hace más de dos años y con las que busca que sus seguidores o consumidores de redes no se escondan detrás de los filtros o retoques tratando de alcanzar o mostrar algo que no son o lo que es lo mismo autoengañándose y dejando a un lado la propia aceptación.

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