El PLD y su control sobre las instituciones del Estado
El PLD se robó las elecciones del 2012 y con ellas también se apropió –por la fuerza- del Congreso y la Judicatura, obteniendo ganancia de causa por igual de los poderes fácticos incluyendo buena parte de los medios de comunicación y de las iglesias. En fin, el PLD lo tiene todo como a pedir de boca. Es, aunque muchos no quieran admitirlo, una dictadura constitucionalizada.
La ilegitimidad del gobierno
La ilegitimidad fruto del robo de las instituciones del Estado y el secuestro de la Constitución y sus leyes, caracterizan el gobierno que nos desgobierna con el apoyo de importantes sectores empresariales y comerciales que obtienen parte importante del pastel, sin importarle la suerte que corra el país.
El poder del Comité Político del PLD
El Comité Político del PLD sustituye al Congreso cuando es de su interés, como lo hizo en las elecciones pasadas con el Tribunal Superior Electoral y la Junta Central Electoral. Después de cuatro meses y medio que decidió una comisión de juristas constitucionalistas para determinar si las primarias de los partidos deben ser abiertas o cerradas, decidió dejar a sus lacayos en libertad de hacer lo que les dé la gana.
La decisión sobre la ley de partidos
Después de 20 discutiendo la ley de partidos, que ya está consensuada en más de un 90%, el poderoso Comité Político decide en una “reunión histórica” dejar en libertad a los legisladores para que decidan. Sorprende igualmente que uno de los principales dirigentes de la oposición jubiloso haya dicho que la decisión del PLD abre las puertas para un pacto político.
La falta de respeto a la población
El anuncio del Comité Político en torno a la ley de partidos es una burla más; un acto de cinismo al que nos tiene acostumbrado; una falta de respeto a la población y una muestra de que la oposición política es una caricatura. En sus ponderaciones y decisiones el PLD no toma en cuenta a los partidos que lo adversan porque saben que tienen fuerza, que no accionan como deben, que tienen miedo.
Conclusión
Ahora resulta que la ley de partidos será un regalo del PLD, una muestra de desprendimiento, de su apertura, de su sentido democrático, no de la lucha de los partidos ni de la sociedad civil como ocurrió en el 4% para la Educación que fue una conquista de todos, no una limosna del gobierno.