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Reynaldo Peguero

Altice

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Nueva vez debemos destacar que el ministro de educación de República Dominicana, doctor Ángel Hernández Castillo es coherente con lo que analizamos en las sesiones de trabajo interinstitucionales. En especial, las que realizamos en Santiago en conjunto a la vicepresidente, Raquel Peña y las entidades de desarrollo organizadas en Compromiso Santiago en el contexto del Plan Estratégico 2030.    

Nos ocupa impulsar el Observatorio Ciudadano de Calidad Educativa en Santiago (OBCAES) que utilizará 14 dimensiones críticas, coherentes con la Ley 66-97. Las clasificará en alrededor 70 indicadores que aportarán criterios matemáticos objetivos cualitativos y cuantitativos para reconocer la calidad de la educación nacional.

El Observatorio Ciudadano de Calidad Educativa en Santiago (OBCAES) es una fase de la metodología aprobada en diversos planes estratégicos de la Nación y el Cibao.  Poner en operación junto al Ministerio de Educación. Este es uno de los proyectos de mayor potencial de impacto en la ciudadanía dentro del portafolio de proyectos del Plan Estratégico Santiago 2030.

Un observatorio educación es la captura, procesamiento, análisis y difusión objetiva de información relevante para el desarrollo de la educación como escenario, medio y fin del desarrollo. Herramienta que debe ser coherente con la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (Ley 1-12), el Plan Plurianual y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados en el contexto de las Naciones Unidas (ONU). 

En coherencia con otras experiencias internacionales, se ha propuesto al Ministerio de Educación, el proyecto es el Observatorio ciudadano de la Calidad Educativa en Santiago (OBCAES), escogido deliberadamente por el significado de las palabras que lo conforman.

“Observatorio” es una denominación bajo la cual un número de personas y/o organizaciones se agrupa con el objetivo de impulsar o vigilar un proceso, una política o un actor específico. El concepto “Ciudadano” concebido, promovido y gestionado por organizaciones desde fuera y dentro del Estado para evaluar poderes, políticas, procesos y actores tanto públicos como privados, involucrados en la calidad de la educación; relacionado con la base de línea basal de indicadores y datos, con los ODS y la Visión Dominicana 2030. 

Coherente con el Segundo Eje de la Ley 1-12, que procura una Sociedad con Igualdad de Derechos y Oportunidades en la que toda la población tiene garantizada educación, salud, vivienda digna y servicios básicos de calidad, y promueve la reducción progresiva de la pobreza y la desigualdad social y territorial.

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Con un Observatorio ciudadano de la Calidad Educativa en Santiago (OBCAES), se garantiza desde el territorio de Santiago, el seguimiento al cumplimiento de la Visión Dominicana y Santiago 2030, los objetivos y los proyectos estratégicos consensuados en el plan plurianual del sector público.

Con el aumento en la participación comunitaria, y la presión social por la transparencia, los adelantos en las tecnologías de información y comunicación y las experiencias exitosas de trabajo de grupos y organizaciones de la sociedad civil, se expanden las posibilidades de articulación para una atención coordinada y efectiva de la actuación de las instancias gubernamentales y otras entidades de incidencia en el desarrollo.

A partir de estas nuevas formas de articulación, surgen los observatorios ciudadanos como instancias de participación social que vigilan, fiscalizan y recogen información sobre diversos temas como calidad de la educación, salud, derechos humanos, violencia de género, administración de justicia, ambiente, administración pública, medios de comunicación y otros. Para llevar a cabo su tarea de observación, se eligen indicadores de medición concertados con el ministerio y por sus mismos integrantes. Un observatorio es un lugar donde se observa, analiza, procesa y teoriza acerca de una realidad o contexto determinado.

Además, el Observatorio ciudadano de la Calidad Educativa en Santiago (OBCAES), se constituye en una herramienta útil para construir, a partir de datos estadísticos, cuantitativos y cualitativos, diagnósticos y documentos analíticos que tienen como objeto aportar conceptos que permitan la comprensión de los fenómenos sociales que afectan a una población determinada.

En este sentido, los datos procesados y los documentos producidos por un observatorio son un insumo esencial para los tomadores de decisiones y los hacedores de políticas.

Todos los planes estratégicos de Santiago del 2000 al 2030, incluyeron el diagnóstico del sistema educativo. Las grandes masas de estudiantes que asisten a las escuelas son decisivas para promover el dominicano que deseamos para las ciudades y territorios saludables que aspiramos lograr al año 2030.

Para el Consejo Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES), la escuela debiera masificar buenas conductas ciudadanas. Modos de vida saludables, incluyentes y de prevención básica de problemas sociales.

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Al año 1950, el porcentaje de analfabetos dominicanos (62.3%) alcanzaba a casi dos tercios de las personas de 10 años y más. 10 años más tarde, en 1960, se había reducido a 34.2%. Para el censo 1993 esta cifra descendió a 19.3%. En 2021 de acuerdo con los indicadores educativos, este porcentaje es 6.3%. Todavía no logramos que 100% de la gente sepa leer y escribir.

En 2002 la provincia Santiago acumulaba 908,102 habitantes. De este total había unos 213,130 alumnos (23%). Veinte años después (2023), Santiago municipio acumula 175,003 estudiantes de una población de 791,568 habitantes. En la provincia, el Censo 2022, arrojó 1,074,684; registrándose unos 225,504 estudiantes (20%). Aunque hay más escuelas construidas, el porcentaje de inscritos parece que tiende a reducirse.

El artículo 58 de la ley 66-97, impone la calidad de la educación. Los anuarios de indicadores recogen en 2021, nueve grandes dimensiones de donde se derivan indicadores del sistema educativo.

Son parámetros de calidad de acuerdo con la ley, los siguientes. Rendimiento de aprendizajes alcanzados por estudiantes; coherencia entre fines educativos, estrategias y resultados; eficiencia de procesos administrativos; inversión de recursos de acción educativa; y peso de la innovación, investigación y experimentación educativa.

Igualmente; las características afectivas, físicas y sociales de los estudiantes; las tipologías personales y profesionales de los educadores, calidad de vida y facilidades que disponen; programación académica, contenidos curriculares y materiales didácticos.

Asimismo, se deben medir, procesos de aprendizaje y estrategias metodológicas; condiciones físicas de aulas, laboratorios, bibliotecas, canchas deportivas, recreación, agua potable, iluminación y equipamiento. También el grado de compromiso e intervención familiar; la orientación educativa y profesional; y finalmente, el tipo de investigación educativa que se aplica para identificar los problemas del sistema y adoptar correctivos.

El Observatorio ciudadano de la Calidad Educativa en Santiago (OBCAES), recolectaría un conjunto de estudios y haría nuevos acopios de datos sobre cuestiones relacionadas con la educación. Formarían parte del observatorio, los órganos técnicos de rigor del MINERD, investigadores, profesores, inspectores de educación, estudiantes, Asociación de Padres, Madres, Tutores y Amigos de la Escuela, Asociación de Colegios Privados de Santiago (ACOPRISA), Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y otros actores estratégicos clave. 

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