Robert Green en su magnífica obra, las 48 leyes del poder, nos dice en una de ellas, que jamás subestimes al adversario, porque eso te lleva a elaborar una estrategia equivocada. A esto le agregaría, que hacerlo con alguien que detenta todo el poder del momento, es todavía una peor interpretación la realidad.
Les digo esto porque observo de manera persistente, como muchas personas, políticos, comunicadores, los adictos a las redes, los analistas de las esquinas, tienden a subestimar al actual Presidente, Luis Abinader. Lo cual es un grave error y les voy a decir la razón de esta interpretaciòn.
En las elecciones de 1998, al padre de Luis Abinader, era candidato a Senador por la Provincia De Santiago, con todos los pronósticos en contra, al enfrentar a Julián Serrulle candidato del PLD. Recuerdo que al producirse la victoria de Abinader padre, todos nos quedamos sorprendidos, al indagar un poco más sobre estos resultados, nos encontramos que el actual Presidente, en ese tiempo con 30 años, dirigió y elaboró una estrategia que fue la clave para esos resultados.
La forma diplomática e inteligente de cómo Abinader fue desplazando del liderazgo a Hipólito Mejía, es algo que sólo lo puede hacer un buen estratéga político. Ahí aplicó la tesis del autor del Arte de la Guerra, de que es mejor ganar la guerra sin librar una batalla. Todos hemos visto como a Hipólito lo ha ido acomodando, sin tener que golpearle su ego y salvando su dignidad de caudillo.
Las elecciones pasadas son el mejor testimonio de que Abinader es un excelente estratega, pero al mismo tiempo que tiene la capacidad de buscarse buenos asesores. La información que tengo de primera mano, es que el primer mandatario, realiza mediciones de manera permanente. Mide todas las semanas y con diferentes firmas encuestadoras, para tener mayor visión sobre los pasos que entiende debe de dar.
Abinader sustentó su estrategia en el pasado proceso electoral, en lograr la división del PLD, porque estaba consciente que si el PLD iba unido, aún con el desgaste, no había forma de que ganara las elecciones. Con la división del Partido de Gobierno en ese momento, quedó sellada su victoria y los hechos están ahí para confirmar esto que decimos.
En un año de gobierno del PRM, todos hemos observado la gran cantidad de errores e improvisaciones que han cometido, pero la percepción de la población es de que los culpables son los funcionarios. Esa estrategia fue siempre el toque de bandera del fallecido, Joaquin Balaguer, los malos eran sus funcionarios, jugaba con eso, los movía y con eso satisfacía el morbo de la población.
La estrategia actual de Luis Abinader, es muy clara, tener a su favor la opinión pública, sin importar los mecanismos a utilizar para eso, satisfacer el morbo de los que piden sangre y sobre todo mantener dividida la oposición. Desde ahora el mandatario sabe, que sólo manteniendo dividida la posición podría ganar su reelección y parece que desde esos litorales opositores están haciendo todo lo posible para que eso sea una realidad.
El observar como un simple ciudadano, sin la pasión de la militancia fanatizada, como sectores de la oposición, son más radicales en sus críticas y confrontaciones con otros sectores de la oposición, que con el mismo gobierno. Esto nos indica que la estrategia de Abinader, sigue dando resultado, incentivar de una manera u otra, la división de sus adversarios, impedir su unificación y así poder vencerlos al final con facilidad.
Por ejemplo, con el llamado a la reforma constitucional, el Presidente sabe que no tiene los votos para lograr que ésta pueda tener resultados positivos, por lo que necesitará de uno de los dos bloques, el del PLD o la FP. Esto podría ser una reedición del pacto de las corbatas azules, un acuerdo político con una de las fuerzas de oposición. Desde el poder todo esto es posible y algo más.
Todos sabemos que lo que se presenta en principio para una reforma es el pretexto, el objetivo definitivo se mantiene oculto, para los acuerdos políticos. En este caso el tiempo dirá con cuál de los dos bloques congresuales pactará Abinader, lo que sí pueden estar seguro que esos acuerdos estarán relacionados con sus pretensiones reales.
Por eso les digo que no subestimen a Luis Abinader, hasta el momento ha movido certeramente las piezas del ajedrez político. Los que tendrán que comprender esta realidad, es la oposición política, porque de no hacerlo, estarían facilitando el mantenimiento en el poder del PRM por lo menos hasta el 2028.
Por Luis Estrella