Por JUAN T H
Uno de los invitados al programa de televisión “Nosotros a las 8” que produzco junto a George Rodríguez, por Teleradioamerica, me entregó un resumen de las promesas que hizo el 27 de Febrero del 2022 el ex presidente Danilo Medina, que pone de manifiesto su compromiso con la corrupción y la impunidad que imperó en el país tanto en sus mandatos como en los del también ex presidente Leonel Fernández, que tienen que estar en el ranking histórico como los más demagogos y populistas que ha tenido la República Dominicana en los últimos años, solo que uno tiene más capacidad para mentir y engañar que el otro. (Usted decide a cuál de los dos la nariz le creció más mientras ejercieron el poder)
Me detendré en Danilo Medina, no por ser más “Jablador” que el primero, sino por ser el más reciente. Disfruten las cosas que dijo en su discurso de toma de posesión frente a la Asamblea Nacional, mientras todo el país lo escuchaba atentamente.
“Hemos luchado por extender la transparencia y el imperio de la ley, en el conjunto de las instituciones públicas”. (Mentiras)
Se comprometió con “Una patria en la que reinicien la honestidad y la transparencia… yo estoy del mismo lado que el pueblo dominicano. Del lado de la gente horada”. (Se burlaba del pueblo dominicano)
Continuó diciendo: “…Un Estado eficiente que no tolera privilegios ni exclusiones…por eso, en un permanente diálogo con la sociedad dominicana, vamos a llevar a cabo un vigoroso programa de fomento de la transparencia y la lucha contra la corrupción”. (Todo lo contrario, apadrinó y protegió la corrupción. Sus hermanos, presos, más su jefe de seguridad, entre otros, lo confirma)
Me comprometo, dijo el farsante con una “Ley de partidos políticos y electoral. Extinción de dominio”. “Extenderemos por ley el sistema de veedurías en todas las dependencias del Estado. Promoveremos los sorteos como mecanismo de adjudicación…” “El Portal Transaccional de Compras. Simplificación de los procesos. Incrementaremos la capacidad operativa de la Contraloría”. (Todo falso. Mentiras del Diablo)
“Pueden estar seguros -dijo Pinocho dos- que en este periodo de gobierno, mi compromiso con el cumplimiento de la ley y con las buenas prácticas es más fuerte y más firme que nunca”. (Se pasó de contento)
“Estoy totalmente decidido a cerrar las puertas a los abusos y las arbitrariedades”. (K-Jones)
“Estoy dispuesto a empezar todos los esfuerzos que sean necesarios para asegurar que cada peso de los fondos públicos se invierta de forma eficiente donde se tiene que invertir: en la necesidad del pueblo dominicano”. (¡Abusador!)
“El desarrollo que deseamos debe ser financiado. Y debemos lograr que se financie con justicia social, con equidad y con transparencia”. (¡Coño!)
“De una cosa pueden estar seguros. En el año 2020, cuando vuelvan la vista atrás para ver cómo era nuestro país y como era en el año 2024, a muchos les será difícil reconocer la República Dominicana que teníamos entonces”. (Y tenía razón. Danilo Medina dejó un país en ruinas, devastado por la pobreza, por la miseria y el hombre. Tenía razón, el país que nos dejó estaba sumido en la corrupción, con los más altos niveles de impunidad, con un Procurador General de la República formando parte de la mafia que instaló en todo el país, de robo, extorsión y chantaje, con sus hermanos y hermanas encarcelados por actos bochornosos de corrupción; con la mayoría de sus funcionarios huyendo o durmiendo con ropa esperando que los llamen desde el Ministerio Público.
La corrupción no parece haberse detenido en ningún despacho importante durante los gobiernos del PLD. No es casual que los organismos internacionales hablaran de una corrupción que llegó a superar hasta el seis por ciento del Producto Interno Bruto. ¡Nunca se robó tanto en tan poco tiempo!
El país que dejó Danilo, continuando el que dejó su predecesor, Leonel Fernández, avergonzó a los dominicanos amantes de la honestidad y del trabajo. Es la razón por la que el pueblo no puede, ni debe, mirar hacia atrás. Ahora si es verdad que debemos cerrar el camino malo, el camino de la corrupción y la impunidad.
