La muerte el sábado en la madrugada del niño dominicano Robert Resto, de 7 años de edad, que murió quemado en el sótano del edificio 660 de la calle 178, dejando a su abuela grave y su padre herido vuelve a reactivar las alarmas sobre viviendas ilegales en sótanos de edificios en el Alto Manhattan.
Los investigadores dijeron que el fuego fue provocado y llenó de humo el estrecho espacio en el que el menor convivía con su familia, se originó por un “accidente” provocado por una conexión eléctrica, y aunque el dispositivo detector de humo estaba funcionando, al parecer, a las víctimas no les dio tiempo de percatarse del siniestro.
El espeso humo combinado con las llamas, mataron al muchacho descrito como un aficionado a TickTok en cuya red grababa mensajes positivos y alegres con la que contagiaba a los demás, dijeron vecinos de la familia.
Una campaña para recaudar fondos y enviar el cadáver del niño a la República Dominicana donde lo espera su madre, fue abierta el domingo en GoFundMe por la amiga de la familia Arielfy Pérez en nombre de los parientes.
El tabloide The New York Post reveló que el incendio es considerado sospechoso y que el escuadrón de incendios provocados se sumó a la investigación.
El incendio se inició a las 1:30 de la madrugada.
El niño, Robert Resto, fue declarado muerto en la escena, mientras que su abuela no identificada, de 54 años, fue llevada al Centro Médico Jacobi en El Bronx en estado grave donde no se le aseguraba la vida.
El niño era nieto del superintendente del edificio, dijeron vecinos.
Todavía el sábado en la tarde el olor a humo se aspiraba en los alrededores de la parte frontal del edificio.
Un residente no pudo dar sentido al incendio mortal.
“Era un niño muy dulce, siempre leyendo, sosteniendo la puerta, sonriendo. Un niño alegre de siete años”, dijo una vecina de la familia.
El superintendente, que declinó hacer comentarios, regresó al apartamento el sábado temprano con una mujer con la lloraba.
La investigación sigue en curso, dijo el sábado en la noche un portavoz del Departamento de la policía de Nueva York (NYPD).
Los bomberos dijeron que el incendio se produjo en un apartamento del sótano trasero, y además del niño y la abuela, otros tres ocupantes sufrieron heridas leves.
Los cuatro sobrevivientes heridos fueron llevados al hospital Presbiteriano de la Universidad de Columbia en el Alto Manhattan. Un bombero también sufrió heridas leves.
El incendio fue controlado a las 3:11 de la madrugada.
Catorce unidades y más de 70 efectivos respondieron al incendio en cuatro minutos y nueve segundos, dijeron los bomberos.
El portavoz de los bomberos descartó que el paro y cierre parcial de numerosos de sus cuarteles que comenzó el viernes en protesta para no vacunarse, no afectó en absoluto la respuesta.
El edificio con seis records de problemas fue construido en 1929 y cuenta con 25 unidades de viviendas.
La organizadora de la recaudación dijo que el apartamento quedó completamente destruido, junto con todas las pertenencias personales, incluidos los documentos personales.
“El objetivo de la familia es transportar a Robert de regreso a la República Dominicana, donde su madre espera su llegada. Sin embargo, su padre y su abuela, que actualmente se encuentran en el hospital en estado crítico, no cuentan con los fondos necesarios para que esto suceda.
Robert era un niño cariñoso y cariñoso, cuyo cumpleaños se acercaba pronto en diciembre. Era un estudiante de segundo grado estudioso que disfrutaba pasar su tiempo con su familia. Sus vecinos lo conocían como el niño alegre que siempre estaba sonriendo y saludando a todos. Le encantaba bailar y hacer TikToks con sus amigos. La familia no cree en este trágico evento”, añadió.
Por Miguel Cruz Tejada