El presidente francés queda por delante de la pujante líder de la extrema derecha este domingo. La socialista Hidalgo sufre una debacle al obtener el 1,9% de los votos
Por MARC BASSETS
Elpais.com
El presidente Emmanuel Macron parte con ventaja en la batalla por la presidencia de Francia ante la líder de la extrema derecha Marine Le Pen, su rival en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 24 de abril, según todas las proyecciones tras el cierre de los colegios. El resultado de la primera vuelta, celebrada este domingo, le sitúa en una posición confortable, más de lo esperado, para la votación final. Y le permite creer que, aunque con menos distancia ante su rival que en 2017, ganará la elección y se mantendrá cinco años más en el palacio del Elíseo.
No es una ventaja irreversible. Y en las próximas dos semanas el centrista Macron deberá convencer a muchos franceses desencantados con su gestión de estos cinco años en el poder, o con una personalidad y un estilo que consideran altivo y elitista, para que le apoyen y eviten el acceso de Le Pen al poder. Macron no tiene nada ganado ante Le Pen, que ya fue su rival hace cinco años. Y haría mal en confiarse.
Pero el viento de pánico que en los últimos días, mientras los sondeos indicaban una subida constante de Le Pen, sopló entre muchos macronistas, también entre franceses moderados y en algunas cancillerías occidentales, ha amainado. Es posible que esta sensación de peligro inminente contribuyese en el último minuto a movilizar al electorado del presidente.
Macron sacó un 28,3% de votos, según la estimación del instituto Ifop, que coincide, con variaciones, con las del resto de institutos. Le sigue Le Pen con un 23,3%. Ambos, al ser los más votados según esta estimación, se clasifican. En tercera posición quedó, cerca de Le Pen, el populista de izquierdas Jean-Luc Mélenchon. Ifop le daba un 21,2% cuando el recuento definitivo todavía no había acabado. Otros institutos, como Ipsos, le situaba en un 22,2%, frente a un 23% de Le Pen, una distancia mínima y que podía variar a lo largo de la noche.
Los tres suman más de siete de cada diez electores y aglutinan el voto útil de ciudadanos. Macron recibió votos de la derecha moderada y la izquierda moderada: ciudadanos asustados por la posibilidad de que Le Pen fuese la más votada y reforzase sus opciones de ser presidenta. Votantes de la izquierda más hostil al actual presidente concentraron su voto en Mélenchon. Y quienes habían sentido simpatías por Éric Zemmour, el tertuliano ultra que durante meses disputó el liderazgo de la extrema derecha a Le Pen, votaron a Le Pen.
El resultado de este movimiento hacia el voto útil es el mediocre resultado de Zemmour, con un 7,2%. Y el descalabro de Los Republicanos (LR), el partido histórico de la derecha moderada, y el Partido Socialista (PS). Valérie Pécresse, candidata de LR, sacó un 4,8%. Anne Hidalgo, del PS, un 1,7%. El ecologista Yannick Jadot se queda con un 4,8%.