Bartolo García
Los Ángeles, EE.UU. – La temporada 2024-2025 de la NBA terminó abruptamente para los renovados y ambiciosos Lakers de Los Ángeles, quienes cayeron 103-96 ante unos inspirados Minnesota Timberwolves y fueron eliminados en primera ronda de los playoffs, con un global de 4-1 en la serie.
Con el liderazgo de LeBron James y el recién adquirido Luka Dončić, las expectativas estaban por las nubes. La llegada del esloveno desde los Dallas Mavericks a mediados de temporada fue una de las operaciones más impactantes en la historia reciente de la liga, considerada una apuesta por el presente y el futuro de la franquicia púrpura y oro.
El traspaso, sin embargo, también significó la salida de Anthony Davis, figura clave del campeonato obtenido en 2020, lo que dejó al equipo con debilidades notables en la zona pintada. El relevo no estuvo a la altura, y jugadores como Jaxson Hayes no lograron consolidarse como un soporte confiable en la pintura.
Pese a esto, los Lakers cerraron la fase regular con un prometedor tercer lugar en el Oeste (50-32), y con Dončić firmando actuaciones estelares desde su debut el 10 de febrero, todo apuntaba a un resurgir de la franquicia más glamurosa de la NBA.
El entrenador debutante JJ Redick había logrado forjar un estilo de juego atractivo con Dončić, LeBron y Austin Reaves liderando la ofensiva, mientras Rui Hachimura y Dorian Finney-Smith complementaban una alineación versátil. Gabe Vincent y Jarred Vanderbilt aportaban desde el banquillo.
Sin embargo, los Timberwolves, sextos del Oeste, demostraron que el músculo, la intensidad y la cohesión defensiva aún dominan las fases finales. Liderados por Anthony Edwards y Rudy Gobert, abrumaron física y tácticamente a los Lakers en casi cada encuentro de la serie.
A pesar de ciertos atenuantes —como el virus estomacal que afectó a Dončić en el tercer partido o el arriesgado planteamiento táctico de Redick en el cuarto juego—, los angelinos fueron superados por un equipo más compacto y con mayor profundidad.
Esta eliminación deja una mezcla de ilusión por el potencial del dúo Dončić-LeBron y decepción por la falta de resultados inmediatos. Pelinka, el gerente general, ahora deberá replantearse el proyecto y reforzar áreas críticas, especialmente el juego interior.
El futuro de LeBron James, con 40 años y una opción de jugador pendiente, será uno de los temas centrales del verano. Aún rindiendo a un nivel estelar, su continuidad no está asegurada.
En tanto, Dončić, con apenas 26 años, representa la piedra angular de un nuevo ciclo. Su talento es incuestionable, pero los Lakers necesitan armar una plantilla a su alrededor que pueda competir con las potencias emergentes del Oeste.
La caída ante Minnesota pone en pausa las aspiraciones inmediatas de gloria para los Lakers, pero el potencial de la dupla estelar genera esperanzas renovadas para los próximos años.
La pregunta ahora es: ¿qué movimientos hará la gerencia para convertir esa esperanza en resultados concretos?
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