Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Los legisladores estatales de Massachusetts están buscando modificar las leyes de protección a las mujeres, motivados por los asesinatos recientes de dominicanas quienes fueron ultimadas por sus parejas en las ciudades de Lawrence y Lynn.
Wanda Rosa, de 29 años de edad, Mariel Ramos de los Santos, de 30 y Jahaira Suárez de 31.
Rosa, fue estrangulada en presencia de su hijo de 4 años por su ex pareja Emilio de la Rosa quien el jueves último fue declarado culpable por un jurado y será sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Ramos, murió a manos de su ex Junior Solís García quien la mató a cuchilladas y espera ser enjuiciado.
Suárez, que al igual que su esposo, Jessie Mitchell era una ex marine del ejército de Estados Unidos y fue asesinada por él Jessie Mitchell quien la ejecutó de un tiro en la cabeza y luego se suicidó.
Los crímenes ocurrieron en mayo y junio 2022 y son parte de una escalada frecuente de tragedias por violencia de género.
Los representantes estatales han sometido unos 70 proyectos de ley para su consideración en la próxima sesión de dos años que trata el tema de la violencia doméstica. Muchos de ellos buscan nuevas protecciones para las víctimas y sanciones más duras para los perpetradores.
La violencia doméstica ha aumentado significativamente en Massachusetts a raíz de la pandemia COVID-19.
Los centros de crisis todavía reciben un gran volumen de solicitudes de víctimas que buscan viviendas de emergencia y otra asistencia.
El número de órdenes de protección y prevención de acoso interpuestas por víctimas de abuso también está aumentando, según datos del Tribunal de Primera Instancia en Lawrence.
En lo que va del año fiscal se han presentado 22,600 órdenes en los tribunales estatales, según muestran los datos. Eso es un aumento del 2% con respecto al mismo período en el año fiscal anterior.
Un informe reciente del Equipo de Revisión de Fatalidades por Violencia Doméstica del estado también señaló un aumento en los cargos relacionados con la violencia de género en 2021, como asalto agravado, secuestro e intimidación.
El grupo cita datos del Sistema Nacional de Informes Basados en Incidentes del FBI.
Los defensores de las víctimas señalan que la violencia doméstica no se denuncia, ya que muchas víctimas temen hacerlo. Los datos también tienden a ser dispersos, ya que las víctimas suelen denunciar el abuso a diferentes entidades, ya sea la policía o su médico.
Asimismo, el número de homicidios domésticos tiende a subir y bajar de un año a otro y es difícil determinar qué hay detrás de las fluctuaciones.
De 2017 a 2018 hubo una disminución en los homicidios por violencia intrafamiliar, según datos estatales, mientras que de 2018 a 2019 hubo un ligero aumento. El número de víctimas de homicidio se desplomó de 2019 a 2020, de 23 a 10, según muestran los datos.
El estado aún no ha visto un aumento como ese en 2007, cuando se informaron 39 muertes de víctimas de violencia doméstica, lo que provocó que el entonces gobernador. Deval Patrick declara una emergencia de salud pública.
Los defensores también señalan que Massachusetts tiene una de las tasas per cápita más bajas de homicidios por violencia doméstica en el país.
LOS ASESINATOS
Rosa fue encontrada muerta dentro de su apartamento en la ciudad de Methuen, el 12 de septiembre de 2016.
En ese momento las autoridades confirmaron que la mujer había sido estrangulada.
De acuerdo con la Oficina del Fiscal del Distrito Essex, el asesinato fue presenciado por el hijo de ambos, que en ese momento tenía 4 años.
Suárez y su esposo murieron en un ataque de asesinato suicidio por violencia intrafamiliar en Lynn.
Los oficiales respondieron a una casa en la calle Mudge el 21 de mayo 2022.
Mitchell, de 46 años, se suicidó de un tiro después de darle un balazo en la cabeza a la mujer.
Los dos eran ex marines que estaban en una batalla legal por la separación y la custodia de sus dos hijos.
Suárez le dijo a la policía que tenía miedo de Mitchell y las múltiples armas que poseía.
El 20 de junio 2022, Ramos de los Santos fue asesinada por Solís en un edificio de la calle Diamond de múltiples puñaladas dejando cuatro hijos en la orfandad.
Solís se apuñaló tratando de matarse pero en el tribunal dijo que la mató en un enfrentamiento con cuchillos entre él y ella.